Otra razón para entrenar la fuerza en los programas de pérdida de peso. Al ganar músculo se quema más grasa, ya que el músculo es un tejido metabólicamente activo y aunque no lo entrenemos al cabo del día necesita sus calorías para mantenerse. Y esas calorías las va a quemar sobre todo a base de grasa.
Para hacernos una idea, por cada kilogramos de músculo que ganemos vamos a necesitar diariamente unas 125-150 kcal más, que es lo que consume el músculo a diario con movimientos normales. Si entrenamos, esa quema de calorías será aún mayor. Por tanto, cuando ganamos músculo no solo estamos aumentando de volumen, sino disminuyendo la cantidad de grasa corporal.
Estas cifras, que parecen poco, se magnifican si al cabo de unos seis-doce meses ganamos unos tres kilos de músculo, esto supondrá una quema adicional de 400-450 kcal al día, algo nada despreciable. La cuestión es fácil, si aumentamos nuestro motor, que son los músculos, necesitamos más combustible, que es la quema de calorías, sobre todo a partir de grasas.
Si realizamos ejercicios compuestos como sentadillas, dominadas o flexiones, donde implicamos a gran parte de la musculatura principal y secundaria, ayudaremos a ganar masa muscular antes y a quemar un buen número de calorías. Eso sí, no en todos los casos se puede muscular al inicio para perder peso, sobre todo van a ser aquellos casos donde sobre 3-7 kilos, es decir, personas a los que un entrenamiento de pesas no les resulte muy traumático.