Las náuseas, los mareos, la sensación de pesadez sumado a la enorme panza que va creciendo cada día no son signos alentadores para practicar actividad física durante el embarazo. Sin embargo, hacer ejercicios aporta muchísimas ventajas para las mujeres embarazadas.
Además de los beneficios generales de la actividad física de los que siempre te hablamos e, en el caso puntual de las futuras mamás, el ejercicio es la mejor manera de asegurase un parto sencillo, rápido y poco doloroso. La actividad física fortalece y flexibiliza los músculos, que siempre responden mejor cuando están entrenados. ¡Te será fundamental para tener el parto deseado! Otra buena noticia para las mamás es que el ejercicio también es el método más eficaz para recuperar la figura después del nacimiento.
En general, el ejercicio produce cambios a nivel cardiovascular, respiratorio y de la temperatura corporal.
A nivel del sistema cardiovascular aumenta la frecuencia cardíaca (volumen minuto) para compensar el aumento en los requerimientos de oxígeno y la pérdida de calor por la piel. Por otro lado, se produce una redistribución del flujo sanguíneo, aumentando el flujo hacia los músculos del esqueleto y la piel y disminuyendo el flujo hacia el área esplácnica (que incluye el útero) y el riñón.
En general, el ejercicio produce cambios a nivel cardiovascular, respiratorio y de la temperatura corporal.
A nivel del sistema cardiovascular aumenta la frecuencia cardíaca (volumen minuto) para compensar el aumento en los requerimientos de oxígeno y la pérdida de calor por la piel. Por otro lado, se produce una redistribución del flujo sanguíneo, aumentando el flujo hacia los músculos del esqueleto y la piel y disminuyendo el flujo hacia el área esplácnica (que incluye el útero) y el riñón.
Como se observa el ejercicio y el embarazo inducen en la mujer efectos similares (aumento de la frecuencia respiratoria, de la frecuencia cardíaca y de la temperatura corporal) por lo cual la realización del ejercicio durante el embarazo se debe realizar con autorización del obstetra que controla la embarazada.
Con un apropiado programa prenatal de ejercicios se pueden obtener beneficios en la condición aeróbica y muscular de la mujer embarazada, lo cual facilita el parto, disminuye el tiempo de trabajo de parto, disminuye la cantidad de intervenciones obstétricas, disminuye los signos de compromiso cardiaco fetal y facilita la recuperación del parto, ya que tiene un efecto psicológico favorable de bienestar.
En embarazos normales No está asociado a mayor incidencia de aborto, parto pretérmino ni ruptura prematura de membranas.
Únicamente se ha asociado a disminución del peso fetal al nacer de aproximadamente 300 gramos, lo cual no tiene repercusión perjudicial para el bebé.
¿Pero cuáles son los ejercicios para embarazadas? Está claro que, por su estado, no podrán realizar ciertas actividades que demanden mucho esfuerzo o sean un peligro para la seguridad de su bebé. Entre los ejercicios para embarazadas más recomendados tenemos los ejercicios de Kegel.
Tipos de ejercicios seguros
Si estás embarazada y es la primera vez que vas a hacer ejercicio físico, considera las siguientes opciones:
- Caminar: Es la mejor actividad para las mamás embarazadas porque es segura, fácil de practicar y te proporciona beneficios cardiovasculares, o sea, es perfecta incluso si no hacías nada de ejercicio antes del embarazo.
- Inscribirte en una clase de aeróbicos de bajo impacto o ejercitarte con un DVD de ejercicios. Busca los que estén hechos específicamente para mujeres embarazadas.
- Natación: Es una excelente actividad porque permite trabajar todo el cuerpo, pero pone poquísima presión sobre las articulaciones. Además, tiene la ventaja de que en el agua flotas y te sientes ligera, lo cual alivia temporalmente la incomodidad provocada por la barriga cuando ya está más grandecita.
- Yoga prenatal y estiramiento: Estas dos actividades alivian la tensión y ayudan a mantener el cuerpo flexible y fuerte.
Ejercicios cardiovasculares
- Caminar: Es una de las mejores actividades cardiovasculares para las mujeres embarazadas, y te mantiene en forma sin castigar las rodillas y tobillos. Otra ventaja es que se puede hacer en cualquier lugar, no requiere ningún equipo especial aparte de un buen par de zapatos, y es una forma de ejercicio segura durante los nueve meses de espera.
- Nadar: Los médicos y entrenadores físicos consideran la natación el mejor ejercicio para las embarazadas y también el más seguro. La natación es ideal porque trabaja los músculos de las piernas y brazos, ofrece beneficios cardiovasculares, y permite que la embarazada se sienta ligera en el agua a pesar de su aumento de peso.
- Ejercicios aeróbicos de bajo impacto: Una de las ventajas de inscribirte en una clase de ejercicio aeróbico es que te dedicarás al ejercicio en un horario específico y consistente. Además, si te inscribes en una clase especial para embarazadas disfrutarás la compañía de otras mujeres encinta, y tendrás la seguridad de que todos los movimientos son sanos para ti y para tu bebé.
- Bailar: Puedes hacer ejercicio beneficioso para el corazón bailando al ritmo de tu música favorita en tu propia sala, siguiendo la coreografía de un DVD o inscribiéndote en una clase de baile. Lo único que debes evitar son los saltos y las piruetas.
Actividades que debes evitar
- Deportes de alto riesgo, como el buceo, y actividades durante las cuales te puedes caer y lastimar, como montar a caballo, esquiar cuesta abajo, hacer snowboarding, y practicar esquí acuático, no son aconsejables durante el embarazo.
- Otros tipos de ejercicio, como montar en bicicleta, deben hacerse con precaución o incluso posponerse hasta después del nacimiento del bebé. Aunque muchos ciclistas digan lo contrario, algunos expertos aseguran que montar en bicicleta durante el segundo y el tercer trimestre es peligroso porque puedes perder el equilibrio y caerte con mayor facilidad.
- Aunque no es recomendable empezar a correr durante el embarazo, está bien hacerlo si ya practicabas jogging antes de quedar encinta.
- Después de tu primer trimestre evita hacer ejercicios abdominales u otros ejercicios que se hagan acostada de espaldas, ya que éstos podrían provocar mareos y reducir el riego sanguíneo hacia el útero.
- Los ejercicios con pesas y otros que exijan que estés de pie por largo rato sin moverte, también podrían reducir la cantidad de sangre que llega al útero. Para evitar que esto ocurra, mantente en movimiento cambiando frecuentemente de posición o simplemente moviendo las piernas.