El ejercicio es fundamental en el embarazo, por eso la natación para embarazadas resulta una opción segura y saludable para las mamás que durante 9 meses esperan la llegada de su bebé. Ya que se prepara el cuerpo para el parto, se elimina la retención de líquidos y los músculos del cuerpo se preparan de mejor forma para todo el proceso de gestación.
Si estás embarazada y quieres conocer acerca de este ejercicio, presta atención a los beneficios que tiene la natación para embarazadas para tu cuerpo y desarrollo del bebé.
Natación para embarazas beneficios
Las articulaciones se liberan gracias a la sensación de liviandad que entrega el agua.
Al adoptar una posición horizontal en el cuerpo, el peso se distribuye mejor y no se exige ninguna zona particular del cuerpo.
Se ejercita el cuerpo de manera adecuada y los músculos se tonifican, preparando el cuerpo para dar a luz.
Controla el peso, ya que quema muchas calorías.
Relaja a la mamá durante el embarazo, disminuyendo los típicos dolores de cintura y en la zona lumbar.
Ejercicios para practicar en la piscina
Si estás interesada en practicar natación para recibir los beneficios de este deporte. Debes conocer los ejercicios que más te ayudarán a relajar tu cuerpo y a prepararlo para el parto.
Fortaleciendo piernas: tocando el fondo de la piscina de pie, debes cruzar las piernas y sin moverte del lugar, colócate de puntillas, contrae la pelvis y respira. Al bajar el cuerpo, relájate e inspira, luego repite el mismo ejercicio, pero ahora sobre los talones, combinando ambas posturas.
Relajando los músculos: nadando de espalda, flota verticalmente, hasta llegar a la orilla de la piscina o a su escalera; sacude las piernas y brazos para relajarnos, siempre manteniendo esta
posición. Concéntrate en tu respiración por algunos minutos y aprovecha esta posición para relajar los músculos del cuerpo.
Fortaleciendo brazos y tronco: con la ayuda de un pilar de corcho o churro de corcho, puedes realizar este útil ejercicio en la piscina. Debes sentarte sobre él y avanzar alrededor de la piscina, impulsándose siempre con los brazos; lo ideal es que no te ayudes de los pies, y uses solo los brazos.
Elasticidad de piernas: Mirando hacia la pared de tu piscina, sujeta tus manos en la orilla y estira tus brazos. Apoya bien la planta de tus pies sobre el fondo de la piscina y flexiona suavemente las piernas, para luego volver a estirarlas.
Recomendaciones a seguir en la natación para embarazadas
Es importante visitar al médico y recibir su autorización para hacer cada ejercicio, antes de practicarlos.
Además contar con zapatillas de baño y un bañador cómodo, es ideal para realizar cómodamente cada ejercicio. En el caso que durante la realización de estos ejercicios, tengas la visión borrosa o veas puntos blancos, debes detenerte inmediato, al igual que si tienes náuseas y estás mareada.
Un ejercicio que está totalmente prohibido es el decúbito dorsal, donde la mamá está boca abajo, ya que este disminuye el flujo sanguíneo del útero y del bebé.
Antes de realizar los ejercicios de natación para embarazadas, se debe calentar por 3 a 5 minutos, para preparar el cuerpo para realizar cada ejercicio. Lo recomendable es que estos ejercicios se realicen 3 veces a la semana por una intensidad de 10 a 15 minutos, sin exigir demasiado el cuerpo.
En el caso de la que mamá esté enferma o tenga fiebre, se debe suspender la rutina de ejercicios hasta que mejore nuevamente.
Ejercicios de natación para embarazadas
Aunque las embarazadas pueden hacer varios ejercicios en pequeñas intensidades, la natación es siempre la más recomendada, debido a que relaja el cuerpo y lo prepara para el parto. Si no cuentas con una piscina en casa, puedes asistir a centros deportivos o gimnasios, que ofrecen clases de natación para embarazadas, las que se realizan varias veces a la semana y son ideales para las mamás que se quieren mantener activas durante el embarazo.
Una vez terminada la rutina de ejercicios al interior de la piscina, se recomienda que poco a poco se vuelva a la calma, por ende caminar o moverse por 10 minutos ayudará mucho al cuerpo. Las técnicas de relajación también están permitidas cuando el ejercicio termina. Beber abundante líquido también ayuda a la salud de la madre y del bebé, por eso entre 8 y 10 vasos es lo ideal.