Dieta sana después de las fiestas. Después de los desarreglos nutricionales, que se producen en los días festivos, especialmente de la última semana de diciembre, es recomendable comenzar una rutina de alimentación sana y equilibrada, con el objetivo de desintoxicarse de todos los alimentos ingeridos en las fiestas.
Una buena opción es recurrir durante un par de días a una dieta a base de abundante líquido, como agua, zumos de frutas naturales, como cítricos y manzanas o caldos de verduras frescas como tomate, pepino y verduras de hoja. También es posible consumir alimentos, como gelatina y yogures sin contenido graso.
Durante estos días, es primordial es no incluir grasas en la dieta, por lo que resulta preferible no comer carnes ni quesos, aunque se puede incorporar clara de huevo. Esta dieta es para un momento puntual -máximo dos días-, para desintoxicar el organismo y de ninguna forma cubre el aporte mínimo necesario de proteínas. Pasado este tiempo se podrán incorporar éstas a la dieta progresivamente.
Es muy importante volver a equilibrar el buen funcionamiento del metabolismo, así como regresar a los horarios, sin saltarse ninguna comida principal y mantener, en definitiva, una dieta saludable y equilibrada.
Por eso, la mejor forma de recuperar el ritmo que teníamos, deshincharnos y sentirnos más livianos, es incorporar una serie de consejos que te ayudarán restablecer el equilibrio. Aquí te mostramos los sencillos y sanos recursos que pueden ayudarte:
- No dejes de comer: la peor opción que puedes elegir es ayunar o no comer sólidos y sólo beber líquidos, pues sólo conseguirás perder peso de manera temporal, pero junto a éste, te faltará energía y los nutrientes necesarios para recuperar la vitalidad y despedirte de la pesadez. Entonces, realizar todas las comidas diarias, sin pasar más de 4 horas sin comer, y no saltarse el desayuno es primordial para calmar el apetito y recuperar la dieta sana sin pasar hambre.
- Rescata las frutas y verduras: la mejor forma de decirle adiós a los excesos sin que nuestro cuerpo se sienta sometido a una tortura es integrar más frutas y verduras a la dieta, de esta forma, también podremos reducir las calorías diarias, ingerir nutrientes variados y llenarnos de vitalidad sanamente. Recuerda la importancia de comer frutas y verduras de todo tipo y color.
- Vuelve a la moderación: no sólo con la calidad de alimentos puedes ayudar, sino que es importante controlar las cantidades ingeridas. Nuevamente, puede ser de gran ayuda registrar todos los alimentos que consumes a diario, con su horario y la cantidad. De esta forma, podrás tomar conciencia de lo que ingresa en tu boca y recuperar el orden y la planificación en tu dieta.
- Elige bien: para que la calidad de la dieta vuelva a ser la de antes o si haz ganado algunos kilos y quieres perderlos saludablemente, lo mejor es escoger correctamente los alimentos. Para ello, no olvides optar por lo lácteos desnatados, las carnes magras, las frutas y verduras de todo tipo y color, así como también, elige bebidas sin azúcar y cereales integrales que brindan fibra y más vitaminas y minerales. Por supuesto, la forma de cocción también influye, y en estos casos, las más recomendadas son al horno, al vapor, a la parrilla, hervido o al papillote.
- Que el agua sea tu aliado: el agua durante las comidas no engorda, y éste ya es un mito desterrado. Por el contrario, el agua es la mejor bebida, sin calorías, que te hidrata sabiamente y que puede darte saciedad si la ingieres durante el almuerzo y la cena o antes de empezar a comer. No obstante, no abuses de ella: los excesos de líquidos en el organismo pueden ser más graves de lo que imaginas.
- Recupera el movimiento: así como la dieta requiere de su rescate, también mereces volver a la rutina de ejercicios que realizabas, e incluso, puedes incluir cambios, nuevas disciplinas o más intensidad y duración. De esta forma, no sólo favorecerás el adecuado funcionamiento del organismo, sino que te relajarás, le dirás adiós al estrés y te llenarás de energía para seguir adelante.
- Disfruta del equilibrio: si bien los festejos ya van a quedar atrás, es importante que disfrutes del equilibrio que has recuperado y sientas la vitalidad, la salud en tu cuerpo y la energía saludable que se transmite cuando uno vive sanamente.