Dieta equilibrada en la tercera edad: Proteínas

Jesus L. Rodriguez

Dieta equilibrada en la tercera edad: Proteínas

La importancia de tener una Dieta equilibrada en la tercera edad:

Proteínas. El envejecimiento es un proceso, que no todas las personas sufren con la misma intensidad, es una etapa donde hay que cuidar mucho la alimentación, incorporar ciertos alimentos y evitar otros, y procurar llevar una dieta sana y equilibrada, que cubra las necesidades en cada momento, teniendo siempre en cuenta su estado físico.

Beneficios de las Proteínas en la Tercera Edad:

Mantenimiento de la Masa Muscular:

Con el envejecimiento, hay una tendencia natural a perder masa muscular. Las proteínas son esenciales para preservar y mantener la fuerza muscular, lo que contribuye a la movilidad y la independencia funcional.

Salud Ósea:

El consumo adecuado de proteínas está vinculado a una mejor densidad mineral ósea, ayudando a prevenir la pérdida ósea y reducir el riesgo de fracturas, un problema común en la tercera edad.

Función Inmunológica Reforzada:

Las proteínas juegan un papel crucial en la función inmunológica, ayudando a fortalecer el sistema de defensa del cuerpo y a combatir enfermedades e infecciones.

Reparación y Mantenimiento del Tejido Corporal:

Las proteínas son fundamentales para la reparación de tejidos, la cicatrización de heridas y el mantenimiento de la integridad de la piel, lo que es especialmente relevante en la tercera edad para la salud de la piel y el proceso de curación.

Síntesis de Hormonas y Enzimas:

Las proteínas son precursores de hormonas y enzimas importantes para múltiples procesos biológicos, como la regulación del metabolismo y la digestión, contribuyendo así al bienestar general.

Mejora del Estado de Ánimo y la Cognición:

Las proteínas proporcionan aminoácidos que pueden influir positivamente en el estado de ánimo y la función cognitiva, ayudando a mantener la salud mental en la tercera edad.

Fuentes Animales:

Pollo y Pavo:

Son magros y fáciles de digerir, proporcionando proteínas de alta calidad.

Pescado y Mariscos:

Ofrecen proteínas junto con ácidos grasos omega-3 beneficiosos para la salud cardiovascular.

Huevos:

Son una fuente completa de proteínas y nutrientes, además de ser versátiles en la cocina.

Fuentes Vegetales:

Legumbres y Frijoles:

Son ricos en proteínas, fibra y nutrientes, ideales para dietas vegetarianas o veganas.

Tofu y Tempeh:

Alternativas vegetales ricas en proteínas y versátiles en la cocina.

Frutos Secos y Semillas:

Brindan proteínas junto con grasas saludables y otros nutrientes esenciales.

Lácteos y Alternativas:

Leche, Yogur y Queso:

Son fuentes de proteínas para quienes no tienen intolerancia a los lácteos.

Leches Vegetales Fortificadas:

Alternativas para aquellos que buscan productos enriquecidos con proteínas y calcio.

Carnes Magras y Cortes Blandos:

Carnes magras como el lomo de res o cerdo:

Proporcionan proteínas junto con nutrientes importantes.

Carnes blandas o molares:

Son ideales para aquellos que tienen dificultad para masticar.

Suplementos de Proteínas:

Polvos o Suplementos:

A veces, los suplementos de proteínas pueden ser útiles para aquellos que tienen dificultad para alcanzar sus necesidades proteicas con la dieta.

Importancia de la Diversidad:

Una combinación de estas fuentes de proteínas puede proporcionar una gama completa de aminoácidos esenciales y otros nutrientes necesarios para la salud en la tercera edad.

Deben de optar por una buena proporción de proteínas de calidad y de calcio, que se podrán tomar hasta tres veces al día, evitando lácteos grasos, tomando suficiente líquido y limitar el consumo de quesos grasos, curados y semicurados.

Pescados

Los pescados azules contienen ácidos grasos insaturados y omega-3 cardiosaludables, por lo que se pueden comer hasta cuatro raciones a la semana, aunque hay que evitar conservas, ahumados y salazones, ya que son ricos en sodio. No exceder en más de tres huevos a la semana, cocido, pasado por agua o escalfado.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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