Dieta contra el tabaquismo

Jesus L. Rodriguez

Dieta contra el tabaquismo

Dieta contra el tabaquismo. Cuando se fuma es imprescindible llevar una dieta adecuada, esto no quiere decir que mediante la alimentación se pueda dejar el vicio, sino que ciertos alimentos colaboran en contrarrestar los efectos nocivos del tabaco.

La función de la dieta en la deshabituación de tabaco es la de liberarnos de la nicotina que el cuerpo ha ido acumulando al fumar a lo largo de los años. . Por otra parte, la dieta del fumador contribuye a reducir aquellos kilos que generalmente se aumentan al dejar el tabaco. Una alimentación adecuada es absolutamente necesaria para superar el estrés o la ansiedad que el abandono del tabaco ocasiona.

Hay que tener en cuenta que este tipo de alimentación también resulta eficaz para los fumadores pasivos, es decir aquellos que comparten los espacios con los fumadores activos y que, involuntariamente , se ven obligados a inhalar el humo del tabaco que fuman los fumadores activos.

Cuando se habla de dieta para el tabaquismo, en ningún momento se debe tener en cuenta que se trata de una dieta para perder peso, sino de una dieta variada en la que se tienen en cuenta los alimentos poco calóricos. Esta ayudará, poco a poco, a eliminar aquellos 3 o 4 kilos que habitualmente se suelen engordar cuando se deja de fumar, pero no va focalizada a la perdida de peso, sino a la depuración del organismo.

La clave está en introducir alimentos que ayuden a elevar y mantener las defensas del cuerpo y fomenten la eliminación de las toxinas del cigarrillo, así como a su vez posean abundantes sustancias antioxidantes.

La persona fumadora debe de comer:

  •     Alimentos ricos en vitamina C, como cítricos de todas las clases y vegetales de hoja verde.
  •     Huevos, zanahorias y leche por ser ricos en vitamina A.
  •     Aceite crudo de oliva y cereales integrales por resultar una excelente fuente de vitamina E.
  •     Proteínas provenientes de pollo y pescado.

En cuanto a los nutrientes:

Quienes fuman tienen a aprovechar poca vitamina C, por tanto tienen que aumentar la ingesta de alimentos que la contengan, hasta completar los 90 ml diarios.

Por su parte, el calcio resulta fundamental para proteger los huesos, la persona fumadora no puede obviar los quesos, leche, yogur, nata, etc.

Los alimentos ricos en antioxidantes son indispensables, éstos ayudan a reforzar el sistema inmunitario y tienen efectos  anticancerígenos; además de las frutas hay que consumir té verde y frutos secos, por ser altos en bioflavina, magnesio y el zinc, respectivamente.

Lácteoshuevos y zanahorias que aportan Vitamina A con propiedades antioxidantes que ayudan a reforzar las defensas. También son antioxidantes las frutas, los frutos secos y el té verde por lo que es importante incluirlos en la dieta.

Ejemplo de dieta contra tabaquismo:

Desayuno: vaso de leche o yogur con cereales, una fruta.

Almuerzo: ensalada de hoja verde con atún al natural y vegetales grillados.

Merienda: té verde sin leche, con tostadas untadas en mermelada.

Cena: plato de pastas con salsa de tomate casera y aceite de oliva agregado al final. Porción de tortilla de vegetales y un vaso de ensalada de frutas.

no olvides, beber al menos dos litros de agua al día para mantener tu piel hidratada.

Subes de peso al dejar de fumar?

Es opinión generalizada que cuando se deja de fumar se engorda. Es bueno saber por qué ocurre esto, y tomar medidas para evitarlo, pues estamos hablando de las dos principales epidemias sanitarias de nuestros días (el tabaco y la obesidad), y debemos luchar contra ambas.

El tabaco tiene un alto poder adictivo debido a que activa diversos centros cerebrales del placer. Estos centros se habitúan a ser estimulados por la nicotina, de forma que, si se deja de recibir este estimulante, la sensación de placer se transforma en ansiedad y angustia. Y es esta ansiedad lo que nos lleva a comer más, como medida compensatoria por la falta de tabaco. Y la báscula lo delata.

Quienes fuman, deben intentar dejar el tabaco de forma que no engorden o engorden lo menos posible, para ello es bueno seguir ciertas normas.

En primer lugar, hay que intentar que la primera vez que se deje de fumar sea la definitiva. Si no se hace así, ante cada fracaso se acumularán unas cuantas libritas de más, que por lo general no se pierden del todo cuando se vuelve a fumar.

Para asegurarse del éxito en el primer intento, conviene mentalizarse adecuadamente la importancia de dejar de fumar (puede ser interesante anotar en un papel las ventajas de dejarlo), y elegir el momento adecuado.

Durante las primeras semanas, hay que intentar beber muchos liquidos (agua y zumos), no tomar alcohol ni otros excitantes como café o té, realizar comidas ligeras y frecuentes, evitando las copiosas, y tomar muchas frutas y verduras.

 

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