Científicos españoles registraron ayer en la oficina de patentes de Estados Unidos una vacuna contra el mal de Alzheimer, que está en la etapa de desarrollo clínico y, según se especula, podría ser usada en ocho años. La vacuna, que pertenece al centro de investigación biomédica EuroEspes, fue presentada a cinco días de conmemorarse el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer.
Como se sabe, el mal de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia y se trata de una condición progresiva degenerativa de las neuronas, que afecta al cerebro y causa trastornos de memoria, pensamiento y conducta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que el alzheimer afecta a una de cada diez personas mayor de 65 años y si bien sus causas son desconocidas, la edad es el principal factor de riesgo de desarrollo, aunque hay otros vinculados con malos estilos de vida como el tabaquismo y el alcohol que ayudan a desarrollarla.
La vacuna que desarrolla EuroEspes se caracteriza por la introducción de un nuevo inmunógeno-adyuvante diseñado para generar anticuerpos contra las placas neuronales, donde se acumula la proteína que daña el cerebro de los pacientes con Alzheimer.
La vacuna se experimentó en animales transgénicos portadores de las principales mutaciones genéticas responsables de la enfermedad en seres humanos.
Según EuroEspes, se caracteriza por la introducción de un nuevo inmunógeno-adyuvante diseñado para generar anticuerpos contra las placas neuronales donde se acumula la proteína que daña el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Sus responsables sostienen también que «reduce» las lesiones cerebrales cuando ya se ha manifestado la dolencia.
Cacabelos el director del centro de investigación biomédica EuroEspes, ha explicado que es capaz «de eliminar los factores que representan la muerte de áreas neuronales» y que, por ello, estaría recomendada «para personas genéticamente predispuestas» a padecer la enfermedad «en años críticos de la vida», ha indicado en alusión a la etapa entre los 30 y 65 años donde se puede desarrollar el Alzheimer.
El director de EuroEspes ha incidido también, junto a la capacidad de regeneración neuronal, en que la vacuna «no provoca reacciones meningoencefalíticas ni hemorragias intracerebrales» y, por ello, la ha considerado «un paso más en la lucha contra la enfermedad«.
En cuanto a su comercialización, ha reconocido que «la realidad nadie lo sabe» y ha explicado que «en condiciones normales puede tardarse de 8 a 16 años». No obstante, ha considerado que no será «el caso» y que «entre 6 o 8 años es posible que se utilice clínicamente».
Al respecto, ha señalado que «por cada año que se logre retrasar la enfermedad» su prevalencia se reduciría «en más de un 30%», al tiempo que ha remarcado la incidencia «entre un 20 y un 40%» en la reducción de costes sanitarios.