Días laaargos y oscuros. Nieve, lluvias y frío. Sin dudas, el invierno es la peor estación para nuestro estado de ánimo. Durante el invierno solemos quedarnos mucho más tiempo en casa – o en la cama tapados hasta el cuello – aburridos y sin ganas de hacer nada.
Por eso es que a muchos les ataca la depresión en esa época del año. ¿Te encuentras en una situación parecida? ¿Las bajas temperaturas atentan contra tu felicidad? Aquí te dejo unos tips que te enseñarán cómo combatir la depresión en invierno.
Nuestros trucos para luchar contra los días grises
Existen varios métodos simples pero eficaces para conservar el ánimo en invierno:
• Llénate de luz
La luminoterapia, también conocida como fototerapia o luminoterapia, consiste en exponerse, entre 30 minutos y una hora al día, a una lámpara especialmente diseñada para ofrecer el máximo de luz. Puedes hacerlo en la consulta de médicos, en el hospital, comprando una lámpara portátil para utilizarla sola, o incluso optar por unas gafas de luminoterapia, que permiten recibir la dosis justa de luminosidad mientras te ocupas de tus cosas. Otra solución interesante es el simulador del alba, una lámpara-despertador que indica al organismo los sincronizadores día/noche y permite acostarse y levantarse con una luz que simula la salida y la puesta del sol.
• Estimúlate con plantas
Si te sientes “chef”, puede ser interesante tomar diariamente unas cápsulas decorazoncillo, una planta activa utilizada para combatir ciertos estados depresivos (al menos como algunos antidepresivos de síntesis).
• Muévete
Nada de pasar el almuerzo en la oficina comiendo bocadillos o dulces delante del ordenador. Aprovecha los ratos de sol para caminar por un parque, sola o con tu pareja o tus amigos, o incluso para gandulear en las tiendas. No hay nada mejor que el movimiento para evitar dar vueltas a la cabeza…
• Hazte mar adentro
Si tus medios te lo permiten, un viaje a un destino soleado viene de perlas. El calor, la arena caliente y los cocoteros… Un exilio ideal para romper con el frío deprimente del invierno y volver más en forma que nunca. Para evadirte, hazlo mejor en el puente de la Purísima, en Navidad o en febrero.
• Mímate
En el período invernal, más que nunca, piensa en tu bienestar. Prográmate lo siguiente: un ambiente zen y delicado adornado con cuidados. Mascarillashidratantes, manicuras, baños relajantes a base de aceites esenciales o inclusomasajes reconfortantes. En resumen, ¡mímate para animarte!
• Duerme y recupera
Aparte de las pequeñas siestas (20 minutos al día, no más), debes cuidar tusueño. Por lo tanto, evita las noches demasiado largas y los despertares estrepitosos. Intenta acostarte pronto y levantarte a una hora fija, para no alterar tu ritmo cardíaco.
• Sal y cambia de ideas
Una sesión de cine o una cena a la luz de las velas con tu pareja, un día de compras con tus amigas, una salida al teatro… El objetivo es tener la mente ocupada, reconciliarse con el mundo exterior y no estar sola con tu depresión. Aunque al principio parezca difícil, ¡en seguida le cogerás el gustillo! Intenta hacerlo al menos una vez a la semana.
• Practica deporte
Jogging bien abrigada, un par de brazadas en la piscina, bicicleta, un curso de salsa, de body attack o de stretching… No importa la actividad elegida, lo que cuenta es que permite liberar endorfinas, ideales para quitar tensiones, mitigar los dolores y conseguir una agradable sensación de euforia.
• Trabaja tu imagen
¿Y si aprovechas el invierno para cambiar de look? Peinado, maquillaje, vestuario, accesorios de tendencia… ¡Atrévete con el color y varía los caprichos! Sobre los consejos de un coach respecto a la imagen o de tus amigas, cambiar de look te proporcionará un objetivo a cumplir, te subirá la moral y te hará ver el invierno de color de rosa.
• Vitamina tu alimentación
Al picar constantemente, tiendes a cebarte. Aprovecha el invierno para aligerar tu alimentación y abusar de las sopas bien calientes, las legumbres y otrospescados asados beneficiosos. Y si el cuerpo te lo pide, opta por una cura desintoxicante durante uno o dos días. Come sólo frutas, e infusiones durante todo el día para purificar el organismo y el espíritu. Haz una cura de vitaminas, tomando complementos alimenticios elaborados para reforzar el sistema inmunitario.