Alimentación en niños: importancia de la fruta

Jesus L. Rodriguez

¿Cuál es la importancia de que las consuman los niños?
Los niños y en general todas las personas deben consumir frutas por su aporte de vitaminas, minerales y fibra (son ricas en fibra especialmente las que tienen bagazo, como la piña, el mango, la naranja, la guanábana, entre otras).

 ¿Cuáles son sus aportes a nivel del desarrollo de los sentidos (vista, olfato, gusto, oído,tacto)?
Las frutas y verduras amarillas son ricas en carotenos, precursores de la vitamina A, relacionado con la función visual y la calidad de la piel.

 Para un niño que se encuentra entre el año y los 3 años, justo después de que se ha iniciado la alimentación complementaria, ¿en qué porciones se le pueden dar las frutas?
Las porciones de fruta que debe recibir un niño entre 1 a 3 años debe ser de 2 a 3 porciones al día en compota, picada, en jugo de fruta o entera.

 En esa edad, ¿cuáles son las más recomendadas?
El niño mayor de un año puede consumir de todas las frutas para enseñarles a variar su alimentación.

Para un niño que se encuentra entre el año y los 3 años, justo después de que se ha iniciado la alimentación complementaria, ¿en qué porciones se le pueden dar las verduras?
Las verduras que debe recibir el niño entre 1 a 3 años debe ser 2 porciones (2 a 3 cucharadas) de verduras guisadas, en crema o en ensalada.

En esa edad, ¿cuáles son las más recomendadas?
El niño puede consumir de todas las verduras que se encuentran en el mercado. Debe degustarlas todas.

 En cuanto a hidratación, después de que realiza actividad física, ¿cuáles son las frutas recomendadas?
Para hidratarse, es preferible hacerlo con agua como tal. Sin embargo, también puede consumir algunas frutas ricas en agua como el melón y la patilla.

 ¿Hay algún grupo de frutas o verduras que sea preferible que los niños eviten?
Todas las frutas y verduras son saludables.

Razones para comer frutas y verduras

Nos ayudan a mantenernos bien hidratados. Por su alto contenido de agua facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados.

Frutas y verduras son fuente casi exclusiva de vitamina C. Por lo que se recomienda que las consumas a diario, procurando al menos que una de las frutas del día sea de las más ricas en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, frutas tropicales…) y que una de las raciones sea una ensalada.

Son fuente de antioxidantes: aliados de la salud. Hablamos de colorantes, aromas y otros compuestos naturales como las vitaminas C, E y el beta-caroteno o pro-vitamina A. Aunque están presentes en cantidades muy pequeñas, influyen decisivamente en la aceptación y apetencia por estos alimentos y se sabe con certeza que nos protegen frente a ciertas enfermedades, entre ellas las degenerativas, las cardiovasculares y el cáncer.

Ricas en fibra. La fibra ayuda a regular nuestra función intestinal, a corregir el estreñimiento y posee efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento de otros trastornos como hipercolesterolemia, diabetes, obesidad, etc. En cuanto a las frutas, ten en cuenta que el contenido de fibra se reduce al pelarlas, y que la mayor concentración de sus vitaminas está justo bajo la piel por lo que deberás realizar un pelado poco profundo. Del mismo modo, si confeccionas un puré y lo pasas por el chino, no olvides que la mayor parte de la fibra de las hortalizas y verduras desaparece.

Nos ayudan a eliminar el exceso de líquidos. Contienen poco sodio y mucho potasio, lo que fuerza a nuestro cuerpo a eliminar el exceso de líquidos junto con las sustancias de desecho por la orina.

Apenas tienen grasa. La cantidad de grasa que presentan la mayoría de hortalizas y frutas es inapreciable, salvo para el aguacate y las olivas (ricos en ácido oleico, como el aceite de oliva) y el coco (con grasa mayoritariamente saturada).

Disfrútalas en cualquier época del año. Y aprovéchate en cada momento de las propias de cada estación, ya que están en su mejor momento.

Frutas: una dulce golosina. Las frutas tienen un agradable sabor dulce puesto que contienen azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa…). ¡Aprovéchalo y saboréalas al natural y sin necesidad de endulzarlas con azúcar u otros edulcorantes! Además, recuerda que constituyen un buen tentempié a cualquier hora. De hecho, puedes incluirlas para completar el desayuno, como parte del almuerzo y de la merienda, y tanto antes como después de las comidas…

Hortalizas y verduras: échale imaginación. No sólo puedes incluirlas en las principales comidas del día, recuerda que aportan un toque muy sabroso y jugoso a bocadillos y sándwich para tomar en cualquier momento. Pan con rodajas o pulpa de tomate, un poquito de aceite y jamón, o sándwich vegetal con atún, son algunas ideas para que tú y los tuyos os beneficiéis aún más de sus múltiples propiedades.

Prueba con originales recetas, lo admiten casi todo. Como mejor conservan sus propiedades tanto las frutas como las verduras es si las comes crudas. Si quieres reducir la pérdida de vitaminas, para las frutas tienes dos opciones: conservar la piel, lavándolas muy bien bajo el agua del grifo, o realizar un pelado poco profundo. Ya sea crudas y al natural, que cocidas, asadas o en brochetas, resultan deliciosas. Pero quizás quieras probar con algo más atrevido… ¿Qué tal un flan de espinacas con gambas, un plato de lomo de cerdo a la naranja con escarola, o un solomillo con pera cocida en salsa de hongos? Anímate y prueba a combinar frutas y verduras con todo tipo de alimentos puesto que lo admiten casi todo.

Lo ideal es consumirlas enteras, bien lavadas y sin pelar (las que se puedan). “Es importante que los padres acostumbren a los  niños a consumir frutas en lugar de golosinas y licuado de frutas en vez de gaseosas para crecer más sanos”, subraya, al tiempo de recordar que deben ser conservadas en lugares frescos y que antes de ser almacenadas deben estar limpias.

Cuanto más madura está la fruta, mayor es la cantidad de azúcar que contiene, por eso es más dulce. La fibra que aportan las frutas ayudan al organismo a mantener la función intestinal normal y a prevenir el estreñimiento. Poseen alto contenido de agua donde se encuentran disueltas las vitaminas.

-Las frutas amarillas como el mamón, mango, durazno, níspero, caqui, mandarina, proporcionan buenas cantidades de “caroteno”, que forman la vitamina A.

-Las frutas como la naranja, limón, mandarina, pomelo, apepu, toronja, naranja agria, así como el melón, la piña, la frutilla, guayaba y acerola contienen mucha vitamina C.

-Las frutas como la banana, la guayaba, chirimoya, níspero y mamón son ricas en potasio.

En nuestro país existe una gran disponibilidad de frutas todo el año, pero al igual que las verduras, no son muy aprovechadas. Se debe aprovechar la disponibilidad según la época y el bajo costo, como en el caso de las nativas o silvestres y las de estación (uva, mburucuya, acerola, guavirá, aguacate, piña, pera, ingá, granada, coco, caqui, mora).

La fruta cruda, bien madura, sana y limpia, puede consumirse entera, en trozos grandes o en preparaciones, como ensalada de frutas, licuados de frutas, licuado de frutas con leche para que sean más nutritivos, postres con frutas, frutas con yogur. “Es más recomendable consumir frutas enteras ya que aporta mayor cantidad de fibras; en cambio el jugo contiene alta cantidad de azucares, que puede favorecer la aparición de caries, por lo que se recomienda consumirlo con moderación”, aconseja.

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