Dieta mediterránea mejora el asma en niños. Una alimentación rica en verduras, frutas frescas,cereales y aceite de oliva, que proporcionan dosis elevadas de beta-caroteno,antioxidantes-vitaminas C y E, selenio, flavonoides y polifenoles- , reduce visiblemente los síntomas de asma en niños.
Según un estudio realizado sobre 700 niños con edades comprendidas entre los diez y los doce años, concluyó que aquellos que no seguían esta dieta y consumían además snacks salados y dulces más de tres veces por semana, tenían un riesgo casi cinco veces mayor, de padecer síntomas de asma. Esta asociación también se produce con los niños que ven la televisión o juegan con la videoconsola, más de dos horas diarias.
Dado que la presencia del asma es muy alta, es necesario que los padres insten a los más pequeños a llevar un estilo de vida saludable, especialmente en las primeras etapas de la vida.
El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes del mundo, que afecta a 300 millones de personas. Los expertos estiman que en los próximos quince años, aumentará en cien millones más, debido a un aumento de la evolución de los factores ambientales y a los cambios en el estilo de vida de las personas, donde la dieta juega un papel importantísimo.
La población infantil debe ver los alimentos como un aliado para su salud y no como un riesgo de engordar. Por ello destacan la importancia de que conozcan los fundamentos de la dieta mediterránea y los beneficios sanitarios que les puede proporcionar la ingesta de verduras, hortalizas y frutas frescas en combinación con las proporciones adecuadas de pescado y carne.
Por otro lado, también destacan la importancia de la práctica de ejercicio físico de modo regular. Además de su contribución al control del peso, el ejercicio es un hábito que favorece la expansión de los pulmones y previene enfermedades de las vías respiratorias. Respecto al asma, favorece su control y mejora la calidad de vida de los afectados, aunque no cura la enfermedad.
Seguir la dieta Mediterránea de una forma equilibrada y sana, ayuda a los niños a controlar el asma. Una alimentación basada en el equilibrio óptimo de antioxidantes mediante el consumo de alimentos frescos como verduras, hortalizas, carne, pescado y fruta ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad y, de forma relacionada, a disminuir la prevalencia del asma.
Esta dieta, sumada a la práctica de ejercicio físico de forma regular, produce una mejora en la calidad de vida de los niños, especialmente de aquellos que tienen problemas asmáticos y llevan una vida sedentaria.
La práctica de un deporte es básica para la expansión de los pulmones y para la prevención de futuros problemas en las vías aéreas. Las actividades físicas prescritas deben ser factibles y ajustadas a sus gustos del pequeño.
El ejercicio cumple un papel importante en el manejo del asma infantil, con el que permite un mejor control de la enfermedad. Sin embargo, debe remarcarse que el ejercicio no cura el asma, pero enseña a vivir mejor con la enfermedad.