Si hablamos de hábitos alimenticios saludables, no podemos dejar de mencionar a la dieta mediterránea. Este tipo de alimentación es ideal para aquellos que desean comer bien, sabroso y manteniéndose a raya con el peso. Para los que no conozcan acerca de esta dieta, les estaremos contando a continuación de qué se trata.
La dieta mediterránea, tal como lo indica su nombre, surgió en los países que tienen costas o que están cerca del Mar Mediterráneo. Los productos alimenticios naturales que se pueden ver en las naciones mediterráneas se destacan por su excelente sabor y por ser de los más saludables.
Una dieta mediterránea está compuesta por diferentes aspectos: el consumo de frutas, verduras, pescado, aves de corral, pastas, pan, aceite de oliva y una copa de vino diaria, junto a la incorporación de otras costumbres no ligadas a la alimentación, como las caminatas en días soleados y la costumbre de la siesta todos los días en las estaciones del año donde hace más calor.
Las bondades de esta dieta son tales que ya se la ha comenzado a incluir en otros países. Estados Unidos, por ejemplo, está tratando de transformar el hábito alimenticio de sus habitantes y cada vez son más los que se suman a la práctica de la dieta mediterránea. Y si el país rey de la comida chatarra puede implementarla, definitivamente estamos frente a algo verdaderamente saludable.
Evita la obesidad y las enfermedades cardiovasculares ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Además, debido a la variedad alimentaría de la dieta mediterránea, y al bajo aporte calórico hace que sea más difícil que seamos obesos. Esto si lo conjugamos con ejercicio habitual, también base de la dieta mediterránea, conseguiremos estar en plena forma.
La dieta mediterránea es un aliado contra la diabetes debido a que una alimentación rica en hidratos de carbono complejos y aceite de oliva hace que los niveles de glucosa de nuestro cuerpo se regulen. No hay que olvidar que es una dieta rica en antioxidantes debido a la cantidad de vitaminas y polifenoles que contienen los alimentos que se ingieren. Esto evitará un envejecimiento prematuro de las células.
La ingesta de aceite de oliva y grasas omega 3 previene la aparición de cáncer de mama y de colon. Además de aportarnos un bienestar general, ya que son dos reguladores de nuestro organismo que participan activamente en la eliminación de residuos y toxinas del organismo.
Hasta el alcohol que se consume en la dieta mediterránea es beneficioso para el organismo, pues su consumo moderado es un buen aliado para evitar enfermedades cardiovasculares. Aunque un exceso puede provocar diferentes tipos de cáncer respiratorios o del aparato digestivo. Recientes estudios han demostrado que un consumo excesivo puede provocar cáncer de mama.
Así que ya lo saben. Si están buscando alguna dieta que les permita mantenerse saludables pero sin relegar el gusto por la comida, la dieta mediterránea es su mejor opción.