Al seguir una dieta mediterránea para adelgazar, también se puede cuidar la salud, ya que al mezclar alimentos de forma equilibrada se puede perder peso pero también mantener un buen estado de salud. Ya que esta dieta se caracteriza por privilegiar el consumo de alimentos de origen vegetal, teniendo gran riqueza vitamínica, además de aportes de cereales y aceite de oliva virgen.
El consumo preferente de la dieta mediterránea es de verduras y hortalizas, frutas, cereales, legumbres, aceite de oliva y pescado; consumiendo de forma muy baja carnes y derivados cárnicos. Donde el consumo de lácteos es moderado y lo aconsejable es preferir lácteos descremados o semi descremados.
Dieta mediterránea para adelgazar y sus beneficios para la salud
La dieta mediterránea para adelgazar siempre debe contener aceite de oliva, ya que es el valor más importante de esta dieta debido a su contenido de ácido oleico, teniendo grandes beneficios para la salud; evitando enfermedades coronarias, controlando el colesterol y evitando algunos tipos de cánceres, además de ser un ingrediente ideal para aliñar comidas y así perder peso. El añadir cereales a esta dieta también es recomendable ya que reduce el riesgo de padecer una cardiopatía isquémica y previene algunos tipos de cánceres; donde los alimentos fabricados en base a cereales integrales también son recomendables de comer como pastas integrales, pan integral y arroz integral.
El consumo de pescados es otra de las características de la dieta mediterránea, ya que además de ser bajo en grasas y ayudar a perder peso, también ayuda a prevenir enfermedades al corazón, donde los pescados azules son los más recomendados debido a que tienen ácidos grasos Omega 3, los que tienen un gran poder protector del corazón. Mientras que el consumo de carnes rojas debe ser moderado, ya que tienen un aporte de grasa importante.
En cuanto a los guisos y cocciones de los alimentos para seguir una dieta mediterránea para adelgazar, deben ser simples es decir; cocinados a la plancha, al vapor, al horno, y cocinados al horno envuelto en papel. Mientras que el uso de especias y hierbas aromáticas son recomendables ya que aportan sabor y enriquecen los platos de forma saludable.
Consejos para seguir una dieta mediterránea para adelgazar
Las principales características de la dieta mediterránea es que es baja en grasas saturadas, al limitar el consumo de carnes rojas, es alta en grasas monoinsaturadas que son grasas saludables como el aceite de oliva; es equilibrada en ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y 6 y es baja en proteína animal. Además gracias al consumo de frutas y vegetales frescos, es una dieta rica en antioxidantes y al consumir legumbres y cereales, también es rica en fibra; esto hace que el consumo moderado de estos alimentos ayude a prevenir enfermedades al corazón y ayuda a tener niveles de colesterol más bajos en la sangre.
Se puede adelgazar sin renunciar a una dieta equilibrada para esto se reduce el consumo de carbohidratos pero no se eliminan, donde el mejor momento para consumirlos es en el desayuno y en el almuerzo, teniendo así la energía necesaria para realizar actividades diarias, donde las mejores fuentes de carbohidratos son el pan y la pasta. Por ejemplo, para el almuerzo se pueden comer carbohidratos y así se evita comerlos en el resto del día, pudiendo preparar una porción de pastas condimentada con aceite de oliva, mantequilla, hierbas, tomate y un poco de queso fresco.
En cuanto a las frutas y verduras, estas son la base de una dieta mediterránea para adelgazar, debiendo comerlas al desayuno o 3 horas antes de cada comida principal; pero como la idea es perder peso, se deben elegir aquellas sin mucho azúcar, donde las peras, kiwis, naranjas, manzanas y mandarinas son buenas opciones. Cuando se pretende adelgazar es mejor evitar frutas como plátanos, papayas y melones, ya que a pesar de ser muy ricas en nutrientes, tienen una gran cantidad de fructosa la que eleva las calorías consumidas.
Los dulces están prohibidos en la dieta mediterránea ya que tienen muchas caloría y aportan muy pocos nutrientes, mientras que las carnes rojas deben ser muy pocas, donde lo ideal es comerlas solo una vez a la semana; ya que a pesar de que las carnes rojas aportan proteínas y hierro, estos componentes también se pueden obtener del pescado, carnes blancas o aves.