El sésamo y sus propiedades nutricionales

Jesus L. Rodriguez
Alimentación sana y sésamo

Uno de los productos indispensables a incluir en una dieta equilibrada es el sésamo. Sus propiedades son ampliamente conocidas por los especialistas en nutrición, pero desconocidas para la mayor parte de las personas.

El sésamo y la alimentación

El sésamo debería ser parte fundamental de cualquier tipo de dieta o régimen de alimentación sana. Posee algunas cualidades esenciales para mantener una buena salud y para prevenir enfermedades.

Su alto contenido de lípidos (52%) lo convierte en un alimento ideal para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Además, a las mujeres se les recomienda su consumo durante el periodo del embarazo y la menopausia debido a su alto nivel de calcio.

Otros consejos de salud y nutrición lo recomiendan por su acción sobre la rigidez de las articulaciones y por su alto contenido de hierro, razón por la que se lo considera una pieza fundamental en la alimentación de personas con anemia.

El sésamo también contiene altos niveles de lecitina además de una buena proporción de sodio y potasio. Todo esto lo convierte en un alimento comúnmente recomendado para el equilibro hídrico del organismo y para dietas para adelgazar.

En aquellas personas sometidas a grandes exigencias físicas o intelectuales, y que desean mantener su nivel de trabajo y rendimiento, se convierte en un excelente complemento nutritivo natural, ya que es un poderoso energizante.

Al poseer importantes cantidades de calcio, también se aconseja su consumo para contrarrestar enfermedades relacionadas a los huesos. Asimismo, colabora en el mejoramiento de problemas relacionados con la rigidez de las articulaciones.

El hierro, que realiza importantes y numerosas funciones en el organismo, también se encuentra presente en el sésamo, por lo que resulta muy positivo su uso en casos de anemia.

Ante su gran valor nutricional, se recomienda su inclusión en la dieta de mujeres embarazadas o en período de lactancia, como así también en personas sometidas recientemente a intervenciones quirúrgicas o que últimamente han superado enfermedades.

Otros componentes interesantes del sésamo son sus antioxidantes. Estos compuestos aportan estabilidad a los ácidos grasos de la semilla, razón por la cual el aceite de sésamo, aún siendo poliinsaturado, es muy utilizado en la cocina oriental.

Los antioxidantes han demostrado los siguientes efectos: retrasan el envejecimiento celular, prolongan la vida útil de las células; actúan contra hongos y bacterias; inhiben el desarrollo de células cancerígenas; ejercen acción antiparasitaria; eliminan radicales libres, interrumpen procesos de oxidación celular; se potencian con la vitamina E y mejoran su absorción en el organismo.

Otro campo terapéutico es el de los problemas circulatorios. Su capacidad de disminuir el colesterol en sangre lo hace indicado en aterosclerosis, prevención de infarto de miocardio y de trombosis arterial. Beneficia en casos de hemorroides e irregularidades menstruales (amenorrea y dismenorrea).

Los yoguis hindúes aconsejan una ingesta diaria de 25 gramos a fin de generar tejidos sutiles en el organismo.

ALGUNAS RECETAS CON SESAMO

Manteca de sésamo (Tahin)

Lavar y remojar ½ kilo de sésamo blanco en agua tibia por 3hs. Colar y reservar el agua. Procesar adicionando el agua del remojo y sal rosada líquida hasta obtener una pasta consistente. Envasar en frasco de vidrio y guardar siempre en heladera.

Leche de sésamo

Moler ¼ taza de sésamo blanco en un molinillo. Agregar ½ litro de agua y licuar bien ambos ingredientes. Dejar macerar unas 3 horas, luego filtrar y endulzar. Otro sistema consiste en mezclar en licuadora una taza de tahin con dos tazas de agua.

Bechamel sin lácteos ni harinas

Colocar el tahin en un jarro. Agregar agua caliente y revolver hasta lograr la consistencia de “salsa blanca”. Condimentar con nuez moscada y sal marina enriquecida a gusto.

Queso mantecoso vegetal

Procesar 300g de tofú, 2 cucharadas salsa de soja, 2 cucharadas de tahin, 2 cucharadas de aceite de oliva y 1 cucharadita de condimento para pizza. Si fuese necesario agregar agua tibia hasta lograr la consistencia cremosa. Cubrir la pizza precocida, completar con cebolla salteada, morrones asados y aceitunas. Terminar la cocción en horno caliente.

Bolas de mijo y sésamo

2 tazas de mijo cocido, 2 cucharadas de tahin, 2 cucharadas de sésamo tostado, 1 cucharada de pasa de uva sin semilla, 1 cucharada de miel, esencia de vainilla, coco rallado y canela molida.

Aromatizar el mijo con canela y vainilla. Mezclar el tahin con la miel. Unir todos los ingredientes. Hacer pequeñas bolas y rebozar con el coco rallado. Guardar en heladera.

Galletas de avena y sésamo

350g de tahin, 150g de azúcar integral mascabo, 150g de semillas de girasol peladas, 6 cucharadas de ralladura de limón, 350g de avena fina, 2 cucharadas de semillas de sésamo.

Mezclar en un cuenco el tahin y el azúcar; añadir las semillas de girasol y la ralladura de limón. Incorporar la avena, agregando agua hasta obtener una masa fluida y ligera. Aceitar una bandeja de horno, disponer montoncitos de masa con ayuda de una cuchara, presionar ligeramente, espolvorear con las semillas de sésamo y hornear de 15 a 20’ en horno mediano.

Bomboncitos de sésamo

Lavar ½ kilo de sésamo, escurrir y tostar en sartén seca. Moler en procesadora y mezclar con ½ kilo de miel. Formar los bomboncitos y pasar por coco rallado. Guardar en heladera.

Paté de garbanzos (Hummus)

Procesar hasta lograr una pasta homogénea: 300g de garbanzos hervidos bien cocidos (150g secos), 2 cucharadas de tahin o manteca de sésamo, 2 dientes de ajo machacados, 1 cucharadita de comino molido, 1 rama de perejil picado, ½ cucharadita de pimentón, jugo de medio limón, 3 cucharadas de aceite de oliva y sal marina enriquecida. Consumir fresco o guardar en heladera en recipiente cerrado.

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