Cuando se trata de nuestra salud, todos reconocemos una variedad de influyentes, entre los cuales figuran una larga lista de “malos hábitos” que todos buscamos distanciar de nuestro estilo de vida para prevenir enfermedades. Sin embargo, dentro de dicha lista existen algunos hábitos que no son tan malos como parecen.
Incluso, estos hábitos que todos creemos “malos para la salud”, si logramos controlarlos y aceptarlos con moderación en nuestra vida diaria, pueden ser beneficiosos. Por eso, te mostramos cómo transformar dichos hábitos en saludables y sacar de ellos, su parte positiva para el organismo, verás que no son tan malos como parecen.
- Exponerse al sol: aunque cada vez se hace más hincapié en reducir la exposición a la luz solar sobre todo en horarios de mayor radiación para prevenir el cáncer de piel, si logramos moderar dicha exposición y disfrutar del sol en la primera hora del día así como cuando se está ocultando, con sólo 15 minutos de luz solar nuestra piel puede obtener fácilmente la vitamina D que necesita a diario y ésta, ayuda a absorber el calcio, previene la osteoporosis así como la hipertensión.
- Llorar: todos asociamos al acto de llorar por causas negativas con algo malo, aunque en realidad es otra manera de descargar emociones, y puede ayudarnos a conseguir un mejor estado de ánimo así como a experimentar una sensación placentera tras las lágrimas. Recordemos que todo aquello que nos permita canalizar emociones es bueno para la salud.
- Beber café: aunque su ingesta nunca tuvo buena fama, en la actualidad se sabe que un consumo moderado de no más de 3 tazas de café al día, pueden ser beneficiosas para la salud mental, reducen el riesgo de diabetes, disminuyen el riesgo de Parkinson y además, el café posee valiosos antioxidantes que contribuyen con la salud del organismo.
- Comer chocolate: este alimento ha tenido mala fama por mucho tiempo hasta que desde hace unos años se descubrió su gran poder antioxidante y su relación con una menor presión arterial que favorece la salud cardiovascular. Por supuesto, un consumo excesivo desequlibraría la dieta y no sería bueno, pero comer una barrita pequeña de chocolate negro al día lejos de ser un hábito malo, es beneficioso para el organismo.
- Beber vino tinto: las bebidas alcohólicas por aportar calorías e impedir la oxidación de grasas siempre fueron desaconsejadas, pero si no superamos las 2 copas al día en los hombres y 1 copa diaria en el caso de las mujeres, beber vino tinto no es tan malo como parece, sino que por el contrario, su contenido en resveratrol mejora el perfil lipídico y cuida del corazón.
- Estrés: el estrés de manera crónica tiene efectos negativos sobre el organismo, pero si sufrimos una situación estresante y después eliminamos dicho estrés en el gimnasio o de otra manera, no sufrimos consecuencias negativas, sino que, el estrés presente en un lapso de tiempo, breve y no crónico, aumenta la productividad, la concentración, estimula al sistema inmune y hasta favorece la quema de grasas.
Como podemos ver, nada es bueno en exceso pero cada cosa puede tener un lado positivo y enmarcarse en un estilo de vida saludable si en él prima la moderación. Por eso, estos hábitos no son tan malos como parecen, sino que en cantidades moderadas o cuando están bajo control, lejos de perjudicar al organismo, culminan siendo beneficiosos.
Vía | Shine