Seguramente a ti como a la mayoría de las personas, en las cuales me incluyo, nos gusta comer alimentos con altos contenidos en grasa porque son más sabrosos. Pero no son una buena alternativa si se busca perder de peso, no perdamos de vista que un solo gramo de grasa tiene más del doble de calorías que un gramo de proteínas.
Te aconsejamos que evites comer frituras o lácteos como quesos duros. Es mejor ingerir alimentos como pollo o pescados hervidos o grillados. También es importante tener cuidado con los condimentos como por ejemplo la mayonesa.
A continuación hablaremos de los diferentes tipos de grasas:
Grasas saturadas: podrás encontrarla en casi todos los alimentos de origen animal como por ejemplo la leche, helado, queso, carne. Son las encargadas de aumentar los niveles de colesterol, aumentando el riesgo de tener enfermedades cardiacas.
Grasas no saturadas: grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas. Las primeras las encontraras en los aceite de maní y oliva, nueces y semillas. Las segundas se encuentran en el aceite de girasol, soja, pescado y mayonesa. Las grasas no saturadas son las mejores para tu organismo.
Son líquidas a temperatura ambiente y se encuentran principalmente en alimentos de origen vegetal (aceites de girasol, soya, oliva, maní, nueces, almendras, también en pescados y mariscos) Son beneficiosas porque estimulan la producción de “colesterol bueno” que ayuda a quitar el “colesterol malo” de la sangre.
Ahora bien, las buenas grasas mono y poliinsaturadas pueden perder sus propiedades saludables con el calor. Por más que usemos un excelente aceite de oliva en una fritura, el calor hará que éste se sature y se convierta en un peligro para la salud. Si además vemos salir ese “humito negro” en las frituras, estaremos creando sustancias cancerígenas para sazonar nuestra comida. Por ello, es mejor reducir el consumo de frituras lo máximo posible. Otras formas de cocción, como los guisos o a la plancha son más saludables, ya que minimizan estos efectos nocivos del calor en las grasas.
Estas grasas poliinsaturadas, originalmente buenas, también se pueden ver dañadas en algunosprocesos industrializados, como cuando se fabrica margarina, manteca, productos de pastelería, queques, etc. Estos procesos las transforman en las peligrosas grasas trans.
Grasas Trans: podrás encontrarlas en alimentos como masas, galletas, comida fritas, comida chatarra. Son las encargadas de aumentar los niveles de colesterol (no tanto como la hacen las grasas saturadas).
Ácidos grasos esenciales: son necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo. Este tipo de grasa no son fabricadas por el organismo así que deben ser consumidas. Un claro ejemplo de ello es el Omega 3 y Omega 6.
No es aconsejable que descartes por completo las grasas de tu dieta, ya que son muy importantes para la creación de los nutrientes y vitaminas.