“Todo fluye y refluye, todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo, la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el Ritmo es la compensación”.
Este principio nos habla de que todo se manifiesta en un determinado movimientos de ida y vuelta, un movimiento semejante al de un péndulo que va de un polo al otro. Por eso este principio está muy relacionado con el principio de polaridad. El ritmo se manifiesta entre dos polos de todo.
Esta ley rige para todo, soles, mundo, mente, energía, espíritu, animales, vegetales, etc. Se ve en la historia de la vida en todas las cosas, en la elevación y caída de las naciones, es decir, que en todos los Planos este Principio está en función.
Todo se repite una y otra vez, igual al pulso que es el Ritmo más pequeño que nosotros podemos ver o sentir; el día y la noche, las estaciones, nada está en reposo. Todo tiene su propio Ritmo. También se ve en todas las fases de la actividad humana. Así es como vemos como fluye nuestro estado de ánimo, nuestros sentimientos, nuestros estados mentales.
Al estudiarlo y conocerlo y saber que él siempre está en función, se lo aprende a usar igual que lo hacemos con la ley de mentalismo, o la de causa y efecto o la de Polaridad. Estas leyes no son ni buenas ni malas. Simplemente garantizan el funcionamiento armónico del Universo, y es nuestro conocimiento y uso de ellas lo que las hace buenas o malas para cada quien.
Hasta pronto…
“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.” Paulo Coelho