Si tenemos lunares en nuestro cuerpo y además vivimos en un clima caluroso, nos bronceamos en exceso y vamos a cama solar, las posibilidades de desarrollar lunares malignos -y por tanto, contraer cáncer de piel– son más altas. Como siempre es mejor prevenir que curar, debemos observar con atención nuestros lunares para asegurarnos que no exista ninguna anomalía.
Nadie mejor que tú sabe si un lunar ha sido igual durante toda la vida o si ha cambiado en el último tiempo. Revisa ahora mismo tus lunares teniendo en cuenta el ABCD que, de la mano de DivaVillage, te enseñamos a continuación: son los pasos claves para saber cómo detectar un lunar maligno.
Asimetría. Los lunares sanos conservan siempre el mismo tamaño. Si notas que cambian su tamaño o su forma, por ejemplo, si una mitad no es igual a la hora en color, grosor o tamaño, es que hay un problema.
Bordes irregulares. Un lunar maligno se caracteriza por bordes ásperos, irregulares, poco definidos.
Color. Fijarnos en el color es otra manera de detectar un lunar maligno. Los lunares sanos tienen una pigmentación uniforme. Si, en cambio, descubres que un mismo lunar posee varios tonos de beige, marrón o negro, e incluso rojo, blanco o azul, posiblemente se trate de un lunar maligno.
Diámetro. Los lunares malos suelen tener más de 6mm de diámetro, cuando ya están desarrollados. Si los descubres a tiempo, pueden ser más pequeños.
Los lunares presentes desde el nacimiento están presentes en 1 de cada 100 personas y son llamados de Nevos congénitos. Cuando los nevos congénitos son mayores de 2 cm, tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma.
Los lunares conocidos como Nevos displásicos o Nevos atípicos son mayores que la media (usualmente mayor a un borrador de lápiz) y de forma irregular. Ellos tienden a tener diferentes tonos de marrón y negro, y frecuentemente son encontrados en diferentes miembros de una familia.
Las personas con Nevos displásicos tienen un índice mucho mayor a desarrollar melanoma. Estas personas deben ver regularmente al dermatólogo para examinar la posibilidad de aparición de nuevas lesiones y la necesidad o no de tratamiento.
Todo mundo debe aprender a examinarse los lunares para reconocer tempranamente la posibilidad de lesiones malignas. Se debe recordar el ABCD del melanoma:
A, de ASIMETRÍA, cuando la mitad de un lunar no se parece con la otra mitad.
B, de BORDES, cuando estos son irregulares.
C, de COLOR, cuando un Nevo presenta diferentes colores o tonos (marrón, rojo, negro o azules)
D, de Diámetro, cuando un lunar es mayor a 6mm de diámetro.
Si un lunar tiene todas estas características, usted debe consultar al dermatólogo.
Los lunares no son peligrosos en su mayoría, son manchas de la piel por la superproducción de de melamina un pigmento de la piel. La melamina puede ser un futuro cáncer maligno en el lunar pero son muy pocos los casos. Los lunares son cafés y crecen algunos pueden tener pelos que crecen, que se pueden cortar o el dermatólogo puede eliminar por completo. Para quitar lunares las razones son más bien estéticas. Si ves cambios del lunar en cuanto a porte y color, debes ir al médico lo más pronto posible.
Si notas que tus lunares han cambiado de aspecto, sientes picazón o, incluso, tienes sangrado consulta enseguida con tu médico.
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