Las señales de aviso principales son la aparición de una nueva masa, una mancha o protuberancia que esté creciendo (en el transcurso de unos meses, o de 1 a 2 años), o bien una úlcera que no sane en un plazo de 3 meses.
Es importante que el paciente se revise a sí mismo la piel, preferiblemente una vez al mes. Para ello, deberá conocer el aspecto de los lunares, las imperfecciones, las pecas y otras marcas que tenga en la piel para poder detectar cualquier cambio.
Sequedad
En algún momento de nuestras vidas, todas sufrimos de sequedad en la piel. Ahora bien, es importante que estés atenta a cómo se manifiesta este fenómeno. En este sentido, debes ser capaz de percibir si la sequedad afecta a toda tu piel o tan solo a una zona específica. En este último caso, es posible que estés atravesando las etapas tempranas de un cáncer de piel. Así que, ante la menor duda, no tardes en visitar a tu médico.
Los carcinomas de células basales
aparecen en forma de áreas de color rojo, planas y escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y translúcidas al relieve, que pueden sangrar con una lesión menor. Puede haber uno o más vasos sanguíneos irregulares visibles, o mostrar áreas de color azul, café o negro.
Sangrados repentinos
En estos últimos tiempos, has notado que hasta de la herida más tonta y pequeña pierdes mucha sangre. Este hecho es un indicador de que algo no anda del todo bien con tu salud y puede estar señalando, entre muchas otras cosas, que el cáncer de piel se ha instalado en tu vida. Por este motivo, si tienes este problema y notas que se prolonga en el tiempo, acude a tu dermatólogo.
Los carcinomas de células escamosas
pueden aparecer en forma de protuberancias crecientes, a menudo de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente. Estos dos tipos de cáncer de la piel no melanoma pueden desarrollarse en forma de área plana que sólo muestra leves cambios con respecto a la piel normal.
Cambios de color
Entre los principales síntomas del cáncer de piel, también se encuentran los cambios en la pigmentación cutánea. Estos suponen modificaciones notorias en la tonalidad de la piel. Ante esta situación, contacta a tu médico de forma inmediata.
Lunares normales
Por lo general, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada) de ancho (aproximadamente el ancho de una goma de lápiz). Un lunar puede estar presente al momento de nacer o bien puede aparecer durante la infancia o la juventud. Un médico debe examinar los lunares nuevos que aparecen más tarde en la vida de una persona.
Manchas bajo las uñas
El cáncer de piel también puede manifestarse bajo tus uñas. Por tanto, si descubres una raya o una mancha marrón o negra en esta zona, haz que tu doctor te la analice. Puede que tan solo haya sido el resultado de un golpe, pero también puede tratarse de una consecuencia del melanoma.
Bordes irregulares
¿Has detectado que tienes un lunar de bordes irregulares? Esta es otra razón para que consultes a tu médico. Y es que los lunares de este aspecto son, en general, indicadores de cáncer de piel. También lo son aquellos que tienen un aspecto dispar. Así que, para identificar cualquiera de estos síntomas, no dejes de controlar tus lunares con regularidad.