Podemos buscar métodos de relajación mental para lograr que nuestra mente se concentre en la experimentación de diferentes sensaciones internas y también lograr la visualización de situaciones imaginarias.
Las sensaciones internas son aquellas que son experimentadas en una o varias partes de nuestro cuerpo, como lo es el exceso de peso o su ausencia, el calor o el frío, la sensación de hormigueo. Es importante tener en cuenta en los métodos de relajación que un alumno tiene más desarrollado un sentido que otro y por eso es muy importante que se utilicen todos los sentidos.
Es fundamental que durante el proceso de relajación mental la persona se concentre en mirar hacia adentro y en su propia respiración. Nuestro cerebro funciona a un ritmo beta, lo que significa que es rápido pero de poca intensidad. En el momento en que cerramos los ojos vemos que este ritmo es más amplio y desacelerado que es cuando comienzan a aparecer las ondas alfa. Las ondas alfa son de relajación y meditación.
Durante la relajación mental conviene hacer que los alumnos se concentren en «la mirada de mirar adentro» y en el ritmo de la respiración. El cerebro funciona normalmente a un ritmo rápido y de poca intensidad: el ritmo beta. Al cerrar los ojos y concentrarse en uno mismo, este ritmo se amplía y se desacelera, tendiendo a aparecer las ondas alfa, propias de la relajación y la meditación. Cuando el ritmo alfa aparece, se incrementan la imaginación, la memoria y la facultad de aprender. Un procedimiento para que el cerebro entre en un ritmo alfa es realizar un movimiento interno con los ojos de modo que con ellos cerrados miremos «hacia arriba y hacia dentro», hacia el entrecejo. A algunas personas les resulta más fácil imaginar un punto luminoso a pocos centrímetros de la frente. Esta experiencia de «mirar adentro» favorece la sensación de una profunda calma y bienestar, y predispone a la introspección y al autoconocimiento.
Para tomar conciencia de la propia respiración es interesante jugar con las sensaciones de frío y calor: se pide a los alumnos que sientan cómo el aire entra fresco en sus pulmones y sale cálido.
Visualizaciones imaginarias.
Es un paso más en la relajación mental. El coordinador va describiendo situaciones y contextos imaginarios que trasladan a los sujetos bien a un mundo de fantasía o a un universo simbólico. Con la mente los alumnos pueden tocar, oír, caminar, volar, nadar, etc. Podrán verse a sí mismos en situaciones diversas, tanto reales como imaginarias. Podrán descubrir emociones y sentimientos propios y ajenos, desarrollar su fantasía, su imaginación y su creatividad, conocerse mejor a sí mismo, etc.