Los niños juegan, se mueven y descubren cosas nuevas todos los días. A medida que crecen, pueden sufrir de estrés al igual que los adultos debido a situaciones como la separación de sus padres, problemas escolares o familiares.
En todos los casos es conveniente enseñarles algunas técnicas de relajación mental para niños, que aunque no las pongan en práctica, les estaremos brindando las herramientas necesarias para relajarse ante situaciones estresantes.
Es muy importante no obligar al niño a realizar estos ejercicios de relajación, hay que motivarlos e incentivarlos, nunca presionarlos. La relajación es una práctica voluntaria. Los padres o quien le enseña estos ejercicios de relajación también debe estar relajado, esto es fundamental.
Llegar a relajarse causara repercusiones en el niño a la hora de controlar sus conductas de tipo emocional, cognitivo y conductual. La relajación se basa en dejar relajados los músculos a través de distintas técnicas, lo que acaba repercutiendo a nivel físico y mental.
La clave de la técnica consiste en “trasladar mentalmente” al pequeño a ese sitio, a través de la descripción detallada del entorno, para lograr que se sienta cómodo, seguro y relajado. Una estrategia efectiva, consiste en combinar la técnica con otros métodos de relajación, como la técnica de respiración o la relajación muscular progresiva.
Debe evitarse el aburrimiento o el cansancio, por lo que el número de grupos musculares a trabajar se decidirá en función de la evolución del pequeño para que la actividad no resulte tediosa.
Respirar
Le pedimos al niño que se siente en una silla con la espalda recta. Que respire tranquilamente y preste especial atención a su respiración. Que cierre los ojos y visualice el recorrido del aire en el interior del cuerpo, como entra y sale. Debe respirar cada vez más profundamente y terminar con tres inspiraciones profundas, exhalando muy despacio.
Sonidos
Sentado cómodamente en una silla con los pies en el suelo, le pedimos al niño que cierre los ojos y se concentre en todos los ruidos que escuche; el ladrido de un perro, un auto que pasa, o lo que sea. Poco a poco debe comenzar a escuchar los ruidos de su interior, concentrándose en su cuerpo. Puede que escuche un silbido o zumbido grave, o hasta quizás escuche su corazón, luego de esto vuelve a concentrarse en los ruidos de afuera y termina el ejercicio.
Quiero y no quiero
Igual que el primer ejercicio de respiración, pero una vez que el niño se encuentra relajado, le pedimos que repita, con cada inspiración algún deseo que tenga. De la misma manera, debe expresar algo que no quiera cuando exhala el aire. Esto resulta una muy buena forma de aliviar la angustia y la ansiedad.
Aprender una serie de sencillos y divertidos ejercicios de relajación puede ayudar a los niños a prevenir las negativas consecuencias derivadas del estrés como son las dificultades de aprendizaje y los trastornos de conducta. Entre las causas más frecuentes de estrés entre los jóvenes se encuentran los deberes escolares acumulados, los exámenes, la inactividad física, la saturación de estímulos, la inestabilidad familiar o el fracaso escolar.
Beneficios de relajación mental para niños
– Disminuye la ansiedad en los niños.
– Soluciona trastornos de sueño en los niños y mejora la calidad del mismo.
– Mejora el estado de bienestar de los niños.
– Ayuda a reducir la tensión muscular.
– Mejora la capacidad de concentración y la memoria.
– Favorece el control de las emociones, sobre todo en niños con explosiones de ira y agresividad.