No. Es exactamente al revés; el huevo cocido es más nutritivo que el crudo. Las proteínas del huevo cocido se aprovechan mejor porque se digieren más fácilmente. Además, al comer huevo crudo, existe el riesgo de contraer alguna toxiinfección alimentaria como la salmonelosis.
En concreto, vamos a hablar de la importancia del huevo en el crecimiento de la masa muscular, recomendación muy popular en fitness. Este alimento de origen animal tan nutritivo, proporciona a nuestro organismo proteínas y aminoácidos de la mejor calidad y en las proporciones adecuadas para el mantenimiento del tejido muscular. Debido a su valor biológico del 100% (el consumo de proteína por parte del cuerpo es total) podemos considerar este alimento como la “proteína ideal”.
Hoy en día se ha descartado por completo la creencia de que el huevo eleva los niveles de colesterol, siendo los responsables el tipo de grasa y las cantidades ingeridas en la dieta. En concreto, diferentes estudios realizados han demostrado que no existe una asociación entre el consumo de huevo y la aparición y desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Las recomendaciones de la American Heart Association mantienen el máximo de 300 mg de colesterol por persona y día pero no limitan el consumo de este alimento.
Es importante destacar que otros compuestos del huevo como ácidos grasos poliinsaturados, antioxidantes (carotenoides, vitamina E, selenio), fosfolípidos (lecitina y esfingomielina), vitaminas del grupo B y folato, contribuyen a contrarrestar el efecto negativo del consumo de colesterol. Por lo tanto, el huevo es un excelente alimento para deportistas, rico en proteína y muy recomendable.
Pero hay una cuestión muy importante, e incluso alarmante, en el momento de ingerirlo. ¿Cómo es mejor, crudo o cocido? La idea de que es mejor crudo se extendió debido a que se pensaba que cualquier tratamiento térmico degradaba sus propiedades nutricionales y que el huevo crudo tiene un mayor valor nutritivo. Esto ha sido el motivo por el que muchos deportistas, sobre todo del fitness, durante mucho tiempo, ingirieran grandes cantidades de clara de huevo cruda en forma de batido sin ninguna evidencia científica que lo verificara.
La clara de huevo cruda contiene cantidades elevadas de ovomucoide (principal alérgeno estable a la temperatura) y puede dar lugar a trastornos digestivos al interferir en la acción de la tripsina, un enzima digestivo. Además contiene un antinutriente, la avidina, que inhibe la acción vitamínica de la biotina al impedir su absorción cuando se une a ella. Sólo cuando el huevo se somete a un proceso de calentamiento se destruyen ambas sustancias y hace que se pueda digerir.
En definitiva, no existe ninguna evidencia de que ingerir huevos crudos permita aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales, sino todo lo contrario. Comer huevo crudo hace que no se pueda absorber las proteínas de alto valor biológico que contiene y esto desaprovecha su utilidad, sobretodo en deportistas.