Se habla mucho en muchas partes sobre vivir una vida saludable, pero no siempre son específicos con respecto a lo que hace una vida saludable. En líneas generales, una persona saludable no fuma, está dentro del rango de su peso ideal, consume alimentos saludables y hace ejercicio regularmente.
La clave para llevar una vida sana es realizar pequeños cambios de a poco, como agregar fruta a nuestro cereal, reemplazar un vaso de gaseosa con uno de agua y demás, para evitar cambios bruscos y conseguir adoptar un estilo de vida saludable.
Ejercicio
Uno de los principales problemas entre los adultos surgen a raíz del sedentarismo. Todos sabemos que es bueno hacer actividad física, pero lo evitamos porque estamos acostumbrados a otra cosa. La verdad es que mientras más nos movamos, mejor será nuestra actividad. Incluso si sólo realizamos actividades de intensidad moderada como jardinería y caminar en lugar de tomar el autobús podremos notar grandes cambios.
Aumentando nuestra actividad física podremos:
Reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Mejorar la estabilidad de las articulaciones.
Aumentar el rango de movimiento.
Mantener la flexibilidad a medida que envejecemos.
Mantener nuestra masa ósea.
Prevenir osteoporosis y fracturas.
Mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
Aumentar la autoestima.
Mejorar la memoria.
Cómo aumentar la actividad física
Algunas formas sencillas de aumentar nuestra actividad física son:
Apagar la televisión. Una vez a la semana, apagaremos el televisor y en familia o pareja haremos algo como salir de caminata, jugar algún juego o hacer cualquier cosa que sea más activa que sentarse en el sofá.
Caminar más. Son muchas las formas en las que podemos caminar más de lo que hacemos normalmente. Al llegar al supermercado, damos una vuelta a la manzana antes de entrar. Podemos estacionar el auto a algunas cuadras de distancia de nuestro trabajo o bajar una estación antes si tomamos el autobús.
Caminar al hablar. Si nuestro teléfono nos lo permite, podemos caminar al hablar.
Hacer una lista de toda la actividad física que hacemos en un día dado. Si notamos que la mayor parte de nuestro tiempo lo pasamos sentado, hacemos otra lista de las formas en las que nos podríamos mover.
Alimentación sana
Algunas formas sencillas de mejorar nuestra dieta son:
Consumir más fruta. Podemos agregarla a nuestro desayuno, ensaladas o cenas.
Incorporar vegetales siempre que podamos, como un tomate en un sándwich, pimientos a una pizza o lentejas a una salsa para fideos.
Cambiar los condimentos a nuestra ensalada. En lugar de utilizar condimentos procesados, algo como jugo de limón y aceite de oliva son una mejor opción.
Reemplazar nuestros lácteos por versiones descremadas o reducidas en grasas o calorías.
Notaremos que podemos reemplazar casi todo por versiones más saludables. Si abrimos la alacena y buscamos tres alimentos que consumimos todos los días, podemos anotar sus valores nutricionales y la próxima vez que vayamos a hacer compras, buscamos reemplazos para solamente estos tres alimentos.
Crear un estilo de vida saludable no tiene que significar cambios drásticos, principalmente porque los cambios drásticos sólo llevan a fracaso y desilusión. Los pequeños cambios son la mejor forma de acercarnos a grandes recompensas, por lo que es importante comenzar lo antes posible a hacerlos.