No es nada fácil pero ya va siendo hora de que te mentalices para dejar de fumar. No es sólo que con la nueva ley, parece que los fumadores se han convertido en una especie de apestados, es que cada vez será más difícil fumar en cualquier parte. La excusa ‘es que no puedo’ es sólo eso, una excusa. Yo he fumado durante más de veinte años casi tres paquetes al día... Así es que si yo lo dejé, no me creo que los demás no puedan. Eso sí, me costó horrores. Admiro a esas personas que dejan de fumar sin más. Yo no pude. Después de fumar durante tantos años, mi cuerpo y mi cerebro se habían acostumbrado a su dosis regular de nicotina.
Todos sabemos que fumar no es sólo un hábito, si no también una drogadicción, debido a que la nicotina de los cigarrillos, es una sustancia con un poder de adicción tan fuerte como la de otras drogas, como la heroína o la cocaína. Sí, sí, no es una exageración.
Cuando dejas el tabaco te sientes irritable, incluso depresiva…es el síndrome de abstinencia. Como cualquier enfermedad crónica, el tabaquismo requiere un tratamiento médico. Puedes recibir dos tipos: ayuda psicológica, para combatir la dependencia psíquica y tratamiento con fármacos para aliviar la necesidad de nicotina. La fuerza de voluntad ya no es la única arma para combatir la adicción pero el factor motivación es superimportante. Así es que si has decidido dejar de fumar, ¡enhorabuena! Has dado el paso más importante de todos.
Según el grado de dependencia que tengas te pueden servir algunas terapias alternativas como la acupuntura, la hipnosis, láser, biorresonancia… Hay un nuevo dispositivo que puedes usar como complemento a otros tratamientos, el Arko-Cig. Seguro que lo has visto por ahí. Es un cigarrillo electrónico que no contiene nicotina ni alquitrán, ni produce humos ni olores desagradables, tan sólo vapor de agua. La primera vez que lo ví me sorprendió. Ahora ya estoy habituada a verlo en restaurantes. Son de los laboratorios Arkopharmay alivian, sobre todo, la dependencia psicológica, ese acto social de coger el cigarrillo entre los dedos. Valen 43,50 euros una caja con 5 recargas y los venden en farmacias.
Si tu grado de dependencia es medio los sustitutos de la nicotina te pueden servir. Son los parches, chicles o pastillas de nicotina que reducen las ansias de tabaco. Aportan una cantidad de nicotina pura suficiente como para disminuir o anular el síndrome de abstinencia.
Y para los grandes fumadores existe la terapia farmacológica: Bupropion, Zintabac, Chanpix o Vareniclina que necesitan receta médica. La verdad es que yo lo logré con Zintabac, pero a la tercera. Es decir, que yo era una reincidente que había recaído en un par de ocasiones pero esta última vez, me mentalicé mucho y durante dos meses tomé esas pastillas que 
actúan sobre los niveles de dopamina del cerebro y fue la única manera de sobrellevar el ‘mono’. Algunas amigas me dicen que son caras. ‘Pues más caro es fumar’, les contesto. Así es que no sigas poniendo excusas y piensa que antes o después lo vas a hacer.
Y por último, me gustaría darte unos consejos, que a mí me funcionaron, para aliviar el síndrome de abstinencia:
- bebe mucha agua y zumos sin azúcar y evita los alimentos ricos en calorías.
- evita el café, el alcohol, las Colas, las comidas con salsa. Toma infusiones relajantes como el poleo o la tila. Camina, haz ejercicio, date un baño de espuma, practica la relajación.
- haz una dieta rica en fibra.
- intenta dormir por lo menos 8 horas.
- si tienes unas ganas enormes de fumar, respira profundamente. Come un chicle o caramelo sin azúcar. Intenta pensar en otra cosa. Vuelve a llenarte los pulmones de aire; retenlo al máximo y exhala lentamente. Repite este ejercicio de yoga varias veces.
Y, ánimo, que tú puedes…
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