30 minutos. No necesitas más de ese tiempo de ejercicio diario para mantenerte joven y saludable. Nuestro cuerpo necesita el ejercicio físico para absorber más oxígeno y así acelerar nuestro metabolismo. Los beneficios del ejercicio físico son innumerables y todos nos permiten tener una vida más larga y más sana.
Cuando se combinan con un alimentación saludable los ejercicios son un excelente método para perder peso. Aquí ya encontramos los primeros beneficios ya que el sobrepeso es un problema que atenta contra nuestro estado de salud general y a veces también perjudica nuestra autoestima.
El ejercicio también ayuda aumentar el sistema inmunológico. Eso significa que ayuda a evitar enfermedades como el resfrío o la gripe normal. También soluciona problemas como la presión arterial alta, el alto nivel de azúcar en sangre o enfermedades como la diabetes, los derrames cerebrales, las enfermedades del corazón, etc.
El ejercicio permite enlentecer el envejecimiento. Ayuda a que el cuerpo crezca más fuerte y que disminuyan los problemas de flexibilidad y movilidad durante la edad adulta. Además, el ejercicio regular ayuda a que desarrollemos mejor nuestra fuerza y nuestros niveles de energía.
A su vez, los beneficios del ejercicio también se manifiestan en el ámbito psicológico. Realizar actividad física mejora nuestra salud mental. Se ha demostrado que durante el ejercicio se libera una sustancia llamada “endorfina” que ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, nuestra autoestima y nuestra concentración.
Hacer ejercicio diario es necesario y está comprobado que sirve para:
– Estimular y conservar el cuerpo saludable.
– Fortalecer huesos, articulaciones y músculos para que no se anquilosen. El ejercicio sirve de estabilizador de los huesos y la columna vertebral.
– Mantener el corazón en buena forma y activar la circulación sanguínea, con lo que se incrementa la elasticidad de los vasos sanguíneos, se oxigena mejor el organismo y las sustancias nutritivas se aprovechan al máximo.
– Eliminar las sustancias tóxicas del organismo a través del sudor.
– Aumentar las defensas del organismo ya que el sistema inmunológico trabaja mejor.
– El cerebro se fortalece, porque recibe una mayor irrigación sanguínea y el aporte de oxígeno a través de la sangre, mejora el rendimiento cerebral y con ello la capacidad de reacción, orientación y control.
– Además, el ejercicio físico regula la capacidad para combatir el estrés, ya que al hacerlo se elimina la hormona que lo produce.
– Ayuda a mantener el peso ideal y a quemar las calorías que pueden provocar sobre peso u obesidad y con ello una serie de enfermedades.
– Mejora la digestión, la absorción de nutrimentos y la actividad del intestino para defecar adecuadamente.
– Ayuda a abandonar hábitos como el tabaquismo y el acoholismo.
– Ayuda en la prevención de infartos, obesidad, osteoporosis, diabetes, mejora la digestión, los reflejos, el equilibrio, la flexibilidad corporal, el estado de ánimo, el sueño reparador, controla la presión alta, reduce el riesgo de formación de coágulos en venas y arterias.
En conclusión, el ejercicio implica varias ventajas físicas y emocionales que es recomendable aprovechar. De todas formas, deben tener cuidado las mujeres embarazadas y las personas con ciertas enfermedades. Deben ser prudentes y consultar a su médico antes de comenzar a realizar ejercicio.