Las vitaminas desempeñan un papel crucial en el metabolismo y en la producción de energía en el cuerpo. Si te encuentras luchando por mantener tu vitalidad durante todo el día, es posible que necesites considerar la importancia de las vitaminas en tu dieta.
En este artículo, exploraremos algunas de las vitaminas esenciales que pueden ayudarte a tener más energía durante todo el día.
Vitamina del complejo B:
Energía desde el interior: El grupo de vitaminas B es fundamental para el metabolismo energético.
Las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina) trabajan en conjunto para convertir los alimentos en energía utilizable por el cuerpo.
Estas vitaminas son vitales para el funcionamiento óptimo de las enzimas involucradas en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas.
Cuando se analiza el tema de las vitaminas para tener más energía, los especialistas son claros en señalar que las personas necesitan aumentar su consumo de vitamina B12, después de todo, esta vitamina aparte de aumentar los niveles de energía, también mejoran nuestra concentración, memoria y en general, nuestra estado de ánimo.
Pero que es la vitamina B12, bueno, se puede decir que es un nutriente el cual se necesita para tener una buena salud. La vitamina B12 es una de las ocho vitaminas que pertenecen al grupo de vitaminas B.
Este grupo de vitaminas ayudan a nuestro cuerpo a transformar los alimentos que se consumen en glucosa, lo que nos da energía. Pero la vitamina B12 cuenta con una serie de funciones adicionales, por ejemplo es necesaria para la producción de glóbulos rojos, para la regeneración de la médula y el revestimiento de los tractos gastrointestinales y respiratorios.
La vitamina B12 también es necesaria para mantener la salud del sistema nervioso.
Vitaminas para tener más energía y cómo funcionan
La vitamina B12 puede ser encontrada de manera natural en los alimentos que provienen de animales, en donde se incluye la carne, pescado, huevos y otros productos lácteos. También se puede encontrar en algunos cereales fortificados con esta vitamina.
Cuando se tiene una deficiencia de vitamina B12, los niveles de energía durante el día serán menores, por ende, cuando se habla de tener más energía, los especialistas suelen analizar el problema como una deficiencia de vitamina B12, algo que suele ser común en ciertas personas, por ejemplo, personas celíacas o quienes presentan la enfermedad de Crohn suelen tener esta deficiencia.
También es común en quienes consumen antiácidos de prescripción, medicamentos anticonvulsivos, son veganos y no comen carne o productos lácteos.
Los síntomas de este tipo de deficiencia son;
temblores, presentar una debilidad muscular, músculos rígidos, fatiga, incontinencia, presión arterial baja y trastornos en el estado de ánimo.
La condición más grave que se ve asociada con una deficiencia de vitamina B12 es la anemia megaloblástica, la cual es un trastorno crónico en la sangre, en donde la médula ósea produce células sanguíneas inmaduras, demasiado grandes, dando como resultado que el cuerpo no cuente con suficientes glóbulos rojos sanos para que transporten el oxígeno a todo nuestro cuerpo.
Los adultos mayores también tienen más probabilidad de generar una deficiencia de vitamina B12, todo esto porque a medida que envejecemos, el sistema digestivo no produce tanto ácido, lo que reduce la capacidad de nuestro cuerpo para absorber la vitamina B12, afectando nuestro ánimo y energía en general.
Otra de las vitaminas para tener más energía que se necesitan es la vitamina B1. Esta se encarga de aumentar la producción de energía que se produce de manera celular.
Cuando se tiene una deficiencia de vitamina B1, se contara con problemas al corazón, debilidad y fatiga. La manera de conseguir esta vitamina es consumiendo pescados, puerco, semillas de girasol, pan de trigo, espárragos y frijoles blancos entre otros alimentos.
Vitamina B2:
La vitamina B2 también nos entregara beneficios en nuestra meta de tener más energía, esto debido a su importancia en relación al proceso metabólico de nuestro cuerpo. Esta vitamina también actúa a nivel cerebral, en donde mejora el flujo sanguíneo hasta el cerebro.
Cuando se cuenta con una deficiencia de esta vitamina, será común tener mareos, problemas digestivos y será común tener problemas al dormir. Para prevenir sufrir de una deficiencia de vitamina B2, se recomienda el consumir cereales, queso y almendras, que se consideran como los alimentos más ricos en esta sustancia.
Por lo general, se puede decir que todas las vitaminas B nos ayudaran a tener mayores niveles de energía, en donde la vitamina B12 como antes fue señalado, es una de las más necesarias debido a que tiene vinculación con la producción de células rojas, necesarias para que el cuerpo use el hierro y pueda digerir los alimentos, proceso que es necesario para poder absorber las vitaminas de los alimentos.
La vitamina B12 se considera como crucial para la síntesis de proteínas, además de que juega un papel importante dentro del metabolismo de las grasas en el cuerpo. Debido a que la mayoría de las fuentes de esta vitamina son los alimentos derivados de animales y muchos tienen dietas vegetarianas o veganas, estos pueden recurrir a suplementos de vitamina B12.
Vitamina B6:
La vitamina B6 es importante para el metabolismo de los carbohidratos y proteínas, lo que influye en la producción de energía. También ayuda en la formación de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y la energía.
Fuentes alimenticias: Carnes magras, pescado, legumbres, nueces, plátanos y espinacas.
Vitamina C:
La vitamina C actúa como antioxidante, protegiendo las células del estrés oxidativo y apoyando la función inmunológica. También facilita la absorción de hierro, un mineral necesario para el transporte de oxígeno en el cuerpo.
Fuentes alimenticias: Cítricos (naranjas, toronjas, kiwis), fresas, pimientos, brócoli y espinacas.
Vitamina D:
La vitamina D es esencial para la salud ósea y también desempeña un papel en la función muscular y la regulación del sistema inmunológico. Una deficiencia de vitamina D puede afectar tus niveles de energía y bienestar general.
Fuentes alimenticias: Pescados grasos (salmón, atún), productos lácteos enriquecidos y exposición solar moderada.
Vitamina E:
La vitamina E es un antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres. Contribuye al funcionamiento adecuado de los músculos y puede ayudar a mejorar la resistencia física.
Fuentes alimenticias: Frutos secos, semillas, aceites vegetales (aceite de girasol, aceite de germen de trigo) y espinacas.
Vitamina A:
La vitamina A es esencial para la visión, la piel y la salud del sistema inmunológico. También puede contribuir a la energía al mantener la salud de las células y los tejidos del cuerpo.
Hierro:
Transporte de oxígeno y energía: Aunque técnicamente no es una vitamina, el hierro es un mineral crucial para mantener altos niveles de energía. Forma parte de la hemoglobina, la molécula que transporta oxígeno en la sangre. Sin suficiente hierro, el transporte de oxígeno se ve comprometido, lo que puede provocar fatiga y falta de energía.
Magnesio:
Regulación de la energía celular: El magnesio es un mineral que juega un papel vital en más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. Estas reacciones incluyen la producción de energía a nivel celular. El magnesio participa en la conversión de la glucosa en energía utilizable y también ayuda a mantener los músculos y nervios en buen estado, lo que contribuye a una sensación general de vitalidad.
Fuentes alimenticias: Zanahorias, batatas, espinacas, calabaza y hígado de res.