Como vemos en la televisión y en los medios de comunicación que la belleza implica ser esbelta y delgada, todos deseamos (consiente o inconscientemente) tener un abdomen plano. Sin embargo, debemos preguntarnos: ¿todos podemos lograr un abdomen plano?.
Existen diferencias de conformación entre las personas que son hereditarias, que influyen en la forma de tu cuerpo y en lo que puedes hacer para estar delgado, que te mostramos a continuación en VivirSalud.
Diferencias físicas
Algunas personas son naturalmente delgadas, mientras que otras no parecen bajar de peso por más esfuerzo que hagan. La cantidad de tejido magro, masa muscular y grasa en el cuerpo depende del tipo de cuerpo y de la herencia, por lo que es necesario que conozcamos qué tipo de cuerpo tenemos:
Mesomorfos
Algunas personas tienen una contextura atlética, perteneciendo al tipo de contextura mesomórfica. En este tipo predominan los músculos, huesos y tejido conectivo en el cuerpo. En las personas de contextura mesomórfica es más fácil o más probable obtener un abdomen plano, ya que con una dieta tradicional y con un programa de ejercicio regular se podrá lograr. Si este es tu tipo de contextura, tienes que comer muchas frutas y verduras, consumir abundantes granos enteros y leche baja en grasa, así como realizar ejercicios aeróbicos y anaeróbicos.
Ectomorfos
Así se denomina a la contextura de las personas delgadas naturalmente. Las personas que tienen esta forma corporal tienen dificultades para ganar músculo, por lo que es probable que tengan un abdomen plano, pero se les dificulte marcar los músculos. Si tienes esta contextura es necesario que comas unas cinco a seis veces al día, que consumas alimentos altos en calorías y vegetales ricos en almidón. También puedes realizar ejercicios anaeróbicos para fortalecer los músculos del estómago.
Endomorfos
En este tipo de cuerpo predomina el tejido graso, caracterizándose por una dificultad para perder peso, con una figura en forma de pera. Estas personas deben evitar las dietas de choque, que hacen que el organismo piense que no está recibiendo alimento y acuda a las reservas de grasa para generar energía, generando un efecto rebote. Lo necesario es comer pequeñas raciones frecuentemente (máximo cada cinco horas), comer despacio, beber mucha agua y consumir alimentos ricos en fibra, para lograr la sensación de saciedad. Si tienes este tipo de cuerpo y quieres lograr un abdomen plano, será necesario que realices ejercicios aeróbicos con gran constancia.
Combinación de contexturas
Algunas personas no encajan en ninguno de estos tres tipos, porque tienen una combinación de ellos. Por ejemplo, es frecuente que veamos a personas con el cuerpo en forma de pera en la zona baja, con un tronco más delgado, clasificándose como del tipo ecto-endomorfo. También encontramos personas con forma de manzana, donde la zona de acumulación de grasa es el estómago alto, mientras que la zona inferior del cuerpo es delgada, conociéndose como tipo endo-ectomorfo. Para estos tipos combinados es necesario realizar una dieta y regímenes de ejercicio según sus necesidades.
La pérdida de grasa no se elige
Lamentablemente no podemos elegir el lugar donde perder grasa, por ejemplo, eliminar la del estómago, por lo que tendremos que tener mucha paciencia y realizar constantemente ejercicios aeróbicos, junto con ejercicios para nuestros abdominales, además de llevar una dieta que promueva el desarrollo de los músculos y la pérdida de grasa, para obtener los resultados deseados.
En VivirSalud ya te hemos enseñado varios trucos para reducir el abdomen. ¡Ten paciencia, aplícate y verás los cambios!
Muy buen articulo sobre los tipos de cuerpo y como se relacionan con el abdomen… felicidades!