Tener un abdomen plano puede parecer una tarea complicada, ya que seguir una dieta equilibrada y una rutina de ejercicios no es algo que se pueda hacer tan fácilmente; pero lo cierto es que se debe mantener el metabolismo activo para lograr un vientre plano. Esto debe ser combinado con ejercicios cardiovasculares de baja y alta intensidad, lo que se debe añadir a una rutina para abdomen plano si se quieren conseguir resultados en poco tiempo. Aunque no existen productos milagrosos, si es necesario ser constantes y cambiar algunos hábitos alimenticios, teniendo una dieta sana y comiendo entre 5 a 6 veces al día en pequeñas porciones, esto ayuda a activar el metabolismo.
No es necesario ir al gimnasio para lograr un vientre plano, junto a cambios en las dietas se pueden realizar ejercicios en casa; destacando que con tan solo 10 minutos de ejercicios al día, el cuerpo puede cambiar de forma notoria, solo es necesario ser constantes.
Rutina para un abdomen plano y recomendaciones dietéticas
Toda rutina para un abdomen plano debe contener una dieta equilibrada, comiendo varias porciones de comida durante el día; entre 5 a 6 es lo recomendable. Esto ayudará a activar el metabolismo pero también a reducir los antojos, controlando el hambre si se incluye a la dieta cereales integrales, frutas, verduras y si se aumenta el consumo de fibra.
También se debe limitar el consumo de carbohidratos y si se consumen estos deben durante las primeras horas del día, consumiendo más proteína magra para promover el desarrollo muscular; quemando además grasas. Un buen truco para mantener controlado el hambre es añadiendo a la dieta grasas insaturadas, esto ayudará a sentir más saciedad.
Al seguir una rutina para un abdomen plano se debe beber 2 litros de agua al día, para eliminar el exceso de líquidos, evitando el consumo de alcohol, ya que esto solo aporta calorías vacías al cuerpo. Otros alimentos que se deben evitar son las grasas saturadas contenidas en alimentos fritos y la comida chatarra, además del consumo de azúcar, ya que tienden a aumentar el peso y a acumular grasa en la zona abdominal.
Recomendaciones de ejercicios para tener un vientre plano
Los ejercicios siempre son importantes en una rutina para un abdomen plano, donde los ejercicios cardiovasculares de alta intensidad 3 veces a la semana, son los recomendados; esto maximizará la quema de grasas. Lo recomendable es ir alternando entre 2 a 4 minutos de ejercicios con ejercicios cardiovasculares de baja intensidad y luego aumentarla, completando una sesión de 30 minutos.
Practicar entrenamientos de fuerza también es recomendable dos a tres veces por semana, esto ayudará a que la quema de grasas sea prolongada, aumentando la masa muscular y manteniendo el metabolismo activo después del entrenamiento. Algunos ejercicios muy efectivos son elevar el brazo derecho y la pierna izquierda al mismo tiempo debiendo mantener la posición por 5 segundos, luego se bajan y se realiza lo mismo con el brazo izquierdo y pierna derecha; realizando 5 repeticiones por lado.
Recostarse sobre el piso boca arriba y colocar las manos en la nuca manteniendo los codos abiertos, para después flexionar una rodilla en el pecho y meter el codo en el brazo contrario, también es un buen ejercicio; el que se continua elevando la pierna estirada por 45 segundos. Se repite luego del otro lado, realizando 15 repeticiones por cada pierna.
Añadir ejercicios abdominales ayuda a reafirmar los oblicuos y abdominales superiores e inferiores, por eso deben añadirse a la rutina para un abdomen plano, junto a los ejercicios cardiovasculares. También es bueno añadir sentadillas, curvas laterales, planchas, abdominales adversos y giros del torso, ejercicios que ayudan a fortalecer la zona abdominal.
Pero lograr un vientre plano no solo se base de una alimentación sana y ejercicios, también se necesita constancia y adoptar una buena postura, no encorvando el cuerpo; además es bueno no estresarse y mantener el cuerpo relajado, ya que la hormona del estrés también llamada cortisol, aumenta la grasa que se localiza en el abdomen. Por último las infusiones naturales también se pueden añadir a la rutina para un vientre plano, como el té verde, infusión de menta o de diente de león. Aunque los jugos y aguas saborizadas también son una buena opción, como el agua con jugo de limón y el agua de piña, las que ayudan a desintoxicar el cuerpo y a favorecer la digestión.