El estrés es un trastorno muy común entre personas que se ven sometidas a grandes presiones. Puede resultar en un problema grave de salud si no lo tratamos a tiempo.
Existen varias terapias alternativas que nos proponen técnicas de relajación para el estrés. La relajación y la meditación son una herramienta efectiva para combatir el estrés.
Ante situaciones estresantes nuestro cuerpo reacciona tensando los músculos, esto causa molestias y hasta dolor. La relajación es lo contrario, o sea distender los músculos hasta el punto en que sentimos la acción de la fuerza de gravedad en todo el cuerpo.
Técnica de relajación para el estrés
Los ejercicios de respiración profunda ayudan a relajarnos. En caso de dolor, junto con la medicación, estos ejercicios son de gran utilidad.Lo primero es aprender a respirar, a usar plenamente los pulmones y estar consciente del ritmo de nuestra respiración. Para lograrlo estos son los pasos a seguir:
1)Respiremos lenta y profundamente.
2)Cuando sacamos el aire, observemos como se relaja nuestro cuerpo, como cede la tensión.
3)Ahora respiremos rítmicamente de una manera que nos resulte natural.
4)Para ayudarnos a concentrarnos en la respiración podemos decir en silencio.’’Inspirar, uno, dos’’,’’exhalar, uno, dos’’. Cada vez que exhalamos o soltamos el aire podemos repetir en silencio una palabra que nos ayude a relajarnos: ‘’paz’’,’’tranquilidad’’ o ‘’me sereno, me estoy serenando’’, por ejemplo.
5)Realicemos los pasos uno al cuatro una vez y repitamos los pasos tres y cuatro durante veinte minutos.
6)Finalmente, suspiremos lenta y profundamente. Digamos en silencio ‘’me siento tranquilo-a ‘’me siento relajado-a, ‘’estoy sereno/a”.
En un lugar apacible y sin interrupciones nos sentamos tranquilamente y en una posición que resulte cómoda y con los ojos cerrados. Si se prefiere puede acostarse.
Respiramos profundamente y lentamente relajamos los músculos de la cara, del cuello, los hombros, la espalda, pecho, estómago, nalgas, piernas, brazos y los pies. Uno por vez.
Una vez relajados todos los músculos prestamos atención a la respiración nuevamente, pronunciamos una palabra o frase, y nos concentramos en ella. Puede ser una frase de nuestro agrado o una expresión de deseo, también podemos focalizarnos en una imagen.
Cada vez que aparezca un pensamiento extraño se intenta dejarlo pasar, no aferrarse a ningún pensamiento ajeno al propuesto. Intentamos mantener este estado de 10 a 20 minutos antes de abrir los ojos muy lentamente, tomándose todo el tiempo necesario.
Nos quedamos en la misma posición hasta abrir totalmente los ojos. Es bueno terminar con ejercicios de estiramiento y meditar unos minutos acerca de los cambios en la respiración y el pulso.
No importa si no logramos una relajación profunda las primeras veces. Debemos ser constantes y seguir una rutina establecida, con el tiempo lograremos evitar que los pensamientos o preocupaciones nos distraigan.