Mantener la autoestima en equilibrio. La autoestima es la distancia entre la visión que se tiene de la propia persona y la imagen ideal que se quiere alcanzar. Si hay mucha diferencia entre ambas, el equilibrio llega a resentirse.
Los problemas de autoestima son clásicos de personas perfeccionistas, con un alto nivel de autoexigencia, las cuales son inseguras, tienen una imagen distorsionada de ellos mismos, necesitan aprobación constante, a las cuales les cuesta manifestar sus sentimientos y suelen pasar por periodos de ansiedad y depresión.
Para reforzar la autoestima, lo primero que hay que hacer es empezar a quererse uno mismo; debes de liberarte de rencores, aprender a decir sí o lo intentaré, en vez de no puedo o imposible. Acéptate como eres y cultiva tus cosas buenas y nunca huyas de las responsabilidades, acéptalas como un reto.