Los beneficios de la Vitamina C

Jesus L. Rodriguez

Los beneficios de la Vitamina C

Los beneficios de la Vitamina C. Sería una buena idea comenzar desde ya a prepararnos para el inverno, y la vitamina C es la vitamina que más debemos de tener en nuestro organismo, de esta manera cuando comiencen los fríos no nos tomen por sorpresas los resfríos.

La vitamina C aumenta nuestras defensas, además es necesaria para mantener nuestro cuerpo equilibrado, para que todas las funciones vitales se realicen normalmente, además de prevenir gripes y resfríos.

Las funciones básicas de la Vitamina C son:

  1. Beneficiar el sistema inmunológico, aumentando los glóbulos blancos activando  las defensas contra virus, bacterias y gérmenes.
  2. Como eficaz antioxidante atrapan los radicales libres para que no liberen su función perjudicial.
  3. Estimula la producción de colágeno aportando firmeza a los tejidos favoreciendo las articulaciones, uñas cabellos, huesos, elasticidad de la piel, cicatrización de heridas.
  4. Lo que se sugiere es ingerir un zumo  de naranjas y comer alimentos con vitamina C como  kiwi, pimiento rojo, pimiento verde, frutillas, frutos rojos, coliflor hervido, repollo de Bruselas, moras, tomate crudo.
  5. Favorece la absorción del hierro alimenticio.
  6. Interviene en la resistencia a las infecciones (inmunidad) reforzando el papel de los leucocitos, células del organismo que nos defienden contra las agresiones externas.
  7.  la vitamina C es una vitamina antioxidante que interviene en la lucha contra los radicales libres. En particular, desempeñaría un papel en la prevención del riesgo de catarata luchando contra la opacificación del cristalino inducida por los radicales libres.
  8. Ayuda a los alérgicos a luchar contra el asma y los reumas.

 

Causas y consecuencias de su carencia
Varios factores pueden generar una carencia de vitamina C:
– el tabaquismo: cada cigarrillo absorbe 25 mg de vitamina C.
– el alcoholismo
– la desnutrición, especialmente en personas mayores
– un consumo bajo de frutas y verduras
– el estrés, gran consumidor de vitamina C
– el deporte intensivo
Esta carencia puede manifestarse por cansancio, falta de apetito, dolores musculares, ahogo con los esfuerzos, somnolencia, piel seca y una menor resistencia a las infecciones.
¿Cuanta vitamina C se debería consumir?

El promedio diario de vitamina C que debería consumir una persona normal, no fumadora, es de aproximadamente 60 mg. Esta cantidad podría incorporarse tomando un vaso de jugo de naranja (lleno, por lo menos, hasta sus tres cuartas partes). Pero en el caso de que se hable de un fumador, esta cantidad debería subir, hasta alcanzar los 100 mg. diarios.

Recomendaciones:

Niños: de 60 a 100 mg
Adolescentes: 110 mg
Mujeres y hombres adultos: 110 mg
Mujeres embarazadas: 120 mg
Mujeres en período de lactancia: 130 mg
Personas mayores: 120 mg
Fumadores: 140 mg

Es importante, igualmente, que ingiera la mayor cantidad de Vitamina C que le sea posible, ya que no existe el “consumo excesivo” de Vitamina C, y de hecho la misma jamás podría ser perjudicial. De hecho, la vitamina C es una vitamina hidrosoluble (que se disuelve en el agua) y por lo tanto, si hay un exceso de cantidad, será eliminada con la orina.

Con todo, se podrían desarrollar síntomas tales como piedras en el riñón y diarrea, ya que esta vitamina es un ácido, pero es raro que una persona consuma dosis tan amplias de vitamina C.

Fuentes de Vitamina C

Se puede obtener vitamina C de casi todas las frutas cítricas, como las naranjas, las mandarinas, y las bergamotas. También se puede incorporar esta vitamina consumiendo una cantidad significativa de tomates, pimienta, brócoli, e incluso papas.

también lo encuentras en frutas y verduras, especialmente en el kiwi (80 mg/100 g), las coles (57 mg la roja, 50 mg la coliflor…), los cítricos (52 mg el limón y la naranja, 37 mg el pomelo…), el pimiento (160 mg de media), el berro(60 mg), las hierbas aromáticas (37 mg el perifollo, 200 mg el perejil, 60 mg la cebolleta…).

La vitamina C es fundamental para la protección del organismo. Pero en el caso de los vegetarianos, es aún más importante, ya que, cuándo se combina con el hierro, este mineral se absorbe mejor, permitiendo un mayor aporte de hierro al organismo (una necesidad siempre presente en las dietas vegetarianas).

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