La obesidad no pasa del día a la mañana, es un proceso gradual que sucede cuando se tiene una dieta pobre en nutrientes, un estilo de vida poco sano y en muchos casos unos genes con esta condición. Todos tenemos un amigo que come y come y su peso se mantiene y de esto se trata los genes que le han dado un metabolismo muy rápido y genial.
En otros casos hay quienes no pueden decir lo mismo. Al contrario, comen cualquier cosa pequeña y pareciera que ganaran 3 kilos de una sola vez. Esto se debe a problemas hormonales hereditarios, como una glándula tiroidea que esté fuera de control.
Esta es apenas una de las causas de la obesidad, pero hay más.
Desde la década de los 80s la obesidad se ha triplicado en muchos países del mundo, y al parecer esto no va a cambiar. Casi la mitad de las mujeres y un tercio de la población de hombrestienen sobrepeso, y esto puede causar problemas en la salud graves como diabetes, presión alta en la sangre, ataques al corazón, derrames cerebrales y hasta la muerte.
La causa principal de la obesidad es que se comen más calorías y grasas de las necesarias, y el cuerpo no puede quemarlas por su cuenta, así que necesitas ejercicio y otras actividades físicas que muchas personas no hacen y por eso aumentan de peso considerablemente con el paso del tiempo.
Muchas veces las personas intentan perder peso pero no siguen porque no consiguen rutinas de ejercicios y de alimentación que realmente no les aburran y vuelven a sus hábitos viejos. Esta es la clave para poder adelgazar: busca comida y actividad física que te encante, porque así no querrás dejarla.
La obesidad es una enfermedad y debemos tratarla como tal, sea cual sea su causa. Así que manos a la obra.
El desarrollo de la obesidad, a lo largo de los diferentes años en la vida de una persona, ha sido relacionado con múltiples causas. Sólo en ocasiones es posible definir una única causa predominante que ha puesto en marcha el disbalance energético.
1. Genéticas:
La respuesta a factores alimentarios y desviaciones dietéticas varía dependiendo de los marcadores genéticos y los factores ambientales.
Obesidad esencial con predisposición genética: en los cromosomas existen unos genes responsables de generar leptina, sustancia que a través de la sangre llega al hipotálamo al centro de la saciedad, para provocar la perdida del apetito y estimular el sistema nervioso simpático, encargado de quemar energía. Si estos genes se alteran, la leptina no se produce. Los genes que contienen las proteínas transportadoras de la leptina al cerebro también pueden estar alterados. Las personas que heredan estos genes siempre tienen hambre y gastan menos energía(30%). Existen unas proteínas llamadas orexinas que van a estimular el apetito.
Síndromes congénitos que cursan con obesidad: De Prader-Willi, de Alström, de Bardet-Biedl, de Cohen, de Carpenter.
2. Neuroendocrinológicas:
- Hipotiroidismo
- Hiperinsulinemia (diabetes mellitus tipo 2)
- Síndrome de Cushing
- Alteraciones del hipotálamo: tumor, cirugía, traumatismo, inflamación.
- Síndrome de Stein-Leventhal (ovario poliquístico)
3. Obesidad por inactividad física
4. Desequilibrio nutricional o ingesta exagerada: Alimentos ricos en grasas saturadas, polifagia, picoteo.
5. Uso de medicamentos: Fenotiacinas, Antidepresivos tricíclicos, Litio, Ciproheptadina, Cortisona, Antihistamínicos, Anticonceptivos, Glucocorticoides, Hidracidas
6. Dejar de fumar (supresión de nicotina)
7. Reactiva a situación emocional conflictiva
8. Termogénesis