Sabemos que para mantener en buen estado nuestra salud es fundamental que llevemos una alimentación equilibrada. Esto significa variar todos los días los alimentos que consumimos, por tanto, armar un menú que contenga alimentos de diferentes colores. Aunque sea difícil de creer esto influye mucho en nuestra salud, ya que cada color de las verduras y frutas es poseedor de fitonutriente diferente, que están representados por el color. Por tanto, al hacer esto, también variamos los nutrientes que consumimos diariamente.
Para que esto se comprenda aún mejor te damos un ejemplo, aquellos alimentos que son ricos en almidón o que integran el grupo de cereales, son generalmente de color blanco, amarillo o marrón. Por tanto, si en un mismo plato conjugamos carnes blancas con arroz, no tendremos gran variedad de nutrientes, además que a la vista el plato no será muy atractivo.
Por otro lado, variar los colores de los platos también nos ayuda a consumir una gran variedad de antioxidantes. Aunque esto tampoco significa que es imprescindible que una misma comida contenga todos los colores que existen, simplemente varios diferentes.
El cocinar platos coloridos nos ayudará a mantener una alimentación equilibrada, consumiendo diferentes micronutrientes que es importante estén presentes en nuestra dieta, de esta forma también nos mantenemos lejos de diferentes enfermedades.
- Vegetales verdes: magnesio y relajación muscular. Las verduras verdescomo espinacas, brócoli, coles de Bruselas, lechugas (las de hoja más oscura), guisantes o judías son, en comparación con el resto, las más ricas en ciertos nutrientes como el magnesio. Una deficiencia del consumo de estos alimentos junto con el seguimiento de una dieta basada en alimentos refinados y un frecuente consumo de azúcares puede conducir a déficit de dicho mineral. El magnesio participa en el proceso de relajación muscular, de ahí que las consecuencias físicas de su deficiencia se manifiesten con sensación de cansancio sin una causa aparente que lo justifique, tensión muscular y calambres.
- Naranja-amarillo intenso: antioxidantes que nutren y protegen la piel. Loscarotenoides -tales como betacaroteno, astaxantina, licopeno y retinolson- son derivados de la vitamina A. Estos compuestos son muy efectivos como antioxidantes y se ha documentado que poseen propiedades fotoprotectoras al contrarrestar las alteraciones inducidas por los rayos UVA. Esto se traduce en capacidad para reducir o minimizar la flacidez de la piel y las arrugas. Las zanahorias, la calabaza, el boniato, el mango y la papaya son los vegetales con mayor concentración de dichos compuestos. Le siguen en importancia otras frutas y hortalizas como los cítricos (pomelo, naranja y mandarina), el melocotón y el albaricoque.
- De color blanco: protección vascular. Los autores de la mencionadainvestigación holandesa comprobaron cómo un mayor consumo de frutas de carne blanca como las peras y las manzanas (las más consumidas por los participantes), se asoció a una mayor reducción del riesgo de accidente cerebrovascular o ictus. En este grupo cromático, además de frutas como las manzanas y las peras, se incluye el plátano y hortalizas y verduras como ajos, puerros, cebollas, endibias, pepino, setas y coliflor.
- Rojo-morado: salud cardiovascular. Los flavonoides son los pigmentos colorantes más sobresalientes en las frutas y hortalizas de color rojo intenso y/o morado. A estos compuestos antioxidantes se suma otro con idéntico efecto y de presencia indiscutible en este grupo cromático de alimentos: el licopeno, de color rojo intenso, abundante en el tomate. A estas sustancias se les atribuyenpropiedades preventivas en la salud cardiaca y coronaria, como la mejora del perfil de riesgo cardiovascular, tal y como queda recogido en la revisión de estudios epidemiológicos y clínicos realizada por el Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad Estatal de Oklahoma (EE.UU). En la misma línea de destacar las propiedades cardiosaludables se perfila el ensayo dirigido por Cassidy y colaboradores, en el que comprobaron que la ingesta habitual de alimentos ricos en antocianinas y otros flavonoides contribuye a la prevención de la hipertensión por sus propiedades vasodilatadores.