La vitamina B12 es importante para mantener correctamente algunas funciones del cuerpo, principalmente se encarga de equilibrar los sistemas nervioso y circulatorio, además del metabolismo. Hoy te vamos a explicar la importancia de la vitamina B12.
La cobalamina o vitamina B12 integra el grupo del complejo de vitamina B, cuya función principal es la producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas; también regula la síntesis de proteínas, grasas y carbohidratos, y además estimula el apetito.
La vitamina B12 tiene mayor poder en la acción sobre el metabolismo, la fortaleza del sistema inmunológico, y el mejoramiento de la memoria y la concentración. Situaciones como la ingesta de alcohol, estrógenos y algunos componentes de las pastillas para dormir inhiben su acción en el organismo, debilitando la cantidad total de vitamina B12 requerida.
La vitamina B12 es almacenada en el hígado, desde donde el cuerpo la va tomado a medida que le resulta necesaria.( El hígado es capaz de almacenar este componente en cantidades suficientes para un periodo de 3 a 5 años) Son ciertas enzimas de la digestión las que la obtienen a partir de las proteínas de los alimentos con la participación del jugo gástrico y la necesidad de un componente denominado factor intrínseco. La disminución del factor intrínseco. o de los jugos gástricos ( gastritis atrófica) , algo que suele producirse habitualmente a partir de los 50 años, es responsable de la disminución de esta vitamina, lo que obliga a mantener un cuidado especial para no caer en las enfermedades que pueden producir su deficiencia.
Actualmente la deficiencia de esta vitamina se produce de una manera bastante habitual en la gente mayor, afectando a un 40 % de las personas mayores de 80 años y a un 25 % de los que tienen más de 60 años.
QUÉ FUNCIONES DESEMPEÑA
– Es indispensable para mantener un sistema nervioso saludable.
– Presente en el metabolismo de las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono.
– Directamente relacionada con la acción de algunos aminoácidos, el ácido pantoténico (B-5) y la vitamina C.
– Ayuda a sintetizar la creatina, una proteína indispensable para la reserva energética. · Favorece el crecimiento y el apetito en los niños.
– Participa -junto al ácido fólico- en la formación y regeneración de los glóbulos rojos; por tanto, previene la anemia.
– Favorece la conversión de algunos aminoácidos en proteínas necesarias para el mantenimiento y regeneración de algunos tejidos por lo que activa la formación de los músculos, los epitelios y el tejido óseo.
– Esta vitamina es fundamental para el estado de ánimo; tiene un efecto euforizante si se administra a personas deprimidas.
– Es necesaria para la síntesis de ADN.
– Ayuda a mantener la capa de mielina de los nervios.
– Es eficaz como elemento detoxificante en caso de ingestión de cianuro.
– Científicos de la Universidad John Hopkins han demostrado que los infectados por el virus del SIDA que tienen deficiencias de vitamina B-12 tienen un peor pronóstico. En los estudios -realizados en 1997- encontraron que aquellos que tenían unos niveles adecuados de esta vitamina permanecían libres de la enfermedad durante ocho años, comparados con los cuatro años en aquellos en los que la vitamina era deficitaria.
– Poseer pocos niveles de vitamina B-12 y ácido fólico puede relacionarse con una disfunción auditiva propia del paso de los años. A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad de Georgia -cuyo estudio se publicó en 1999-, donde investigaron la función auditiva y los niveles de esta vitamina. Aquellos con menos capacidad auditiva tenían un 38% menos de vitamina B-12.
ALTERACIONES QUE OCASIONA SU DÉFICIT
– Su deficiencia puede hacer subir los niveles de homocisteina, elemento tóxico para las células nerviosas.
– Bajos niveles de B-12 se asocian a un importante abanico de trastornos mentales: pérdida de memoria, confusión, fatiga psíquica, depresión, alteraciones de sueño, manías, nerviosismo, demencia en ancianos, etc.
– Dolor, debilidad, hormigueo y entumecimiento en las extremidades.
– Acúfenos y pérdida de audición.
– Disminución de los reflejos.
– Tartamudeo.
Y en casos graves:
– Anemia perniciosa.
– Degeneración de las fibras nerviosas.
– Daño cerebral con síntomas muy parecidos a la esquizofrenia que suelen ir precedidos de los siguientes signos: úlceras bucales, entumecimiento y dolores fugaces, entre las más importantes.
– Lengua de color rojo fresa.
– Mal olor corporal.
– Trastornos de la menstruación.