Se trata de la hortaliza más refrescante para combatir el calor que, además, al estar compuesto principalmente por agua se convierte en un gran aliado para aquellos que sigan una dieta adelgazante. Este fruto, considerado comúnmente como una hortaliza, tiene una concentración modesta de vitamina C. Cien gramos de pepino aportan aproximadamente un 10% de la ingesta diaria recomendada de 60mg/día. La vitamina C participa en la supresión de nitrosamina, cuyo carácter cancinogénico ha sido demostrado. La vitamina C también puede dar protección contra varios tipos de cáncer e intensifica las funciones inmunológicas.
El pepino no contiene grasa y es bajo en calorías y colesterol. Entre las substancias inhibidoras del cáncer que se encuentran en el pepino están los fitoquímicos como los fitosteroles y terpenos. Algunos dietistas de los llamados de la vieja guardia, presentan al pepino como un alimento difícil de digerir, y esto en cierta forma es verdad, aunque en realidad es porque la gente no sabe prepararlo.
El pepino debería comerse completamente natural, solamente bien lavado y sin cáscara. La alternativa es ponerle limón o yogurt pero muy poca o casi nada de sal. Existe una enfermedad llamada toxoplasmosis que sólo puede curarse con pepino. Lo que recomiendan médicos de EEUU. Consiste en comer sólo pepino crudo por 40 días; lo cual produce una desintoxicación profunda del organismo.
El pepino es muy utilizado en la medicina, por sus cualidades emolientes, calmantes y refrescantes y sobretodo alcalinizantes. El pepino es bueno en tiempos de calor, especialmente en verano, gracias a su enorme contenido de agua, buena para la sed y para la acción intestinal, refresca la sangre y tiene un efecto purificador sobre los intestinos. Son muy recomendables también, cuando hay una tendencia a la necrosis, y en todos aquellos casos en que es necesario neutralizar la excesiva acidez, como en la diabetes, gota, obesidad, artritis, etc.
Al comprar pepinos debemos pedir que estén firmes, rectos y con un intenso color verde. Podemos presionar el extremo del tallo para comprobar que no se están marchitando. Elige preferiblemente piezas pequeñas para que sus semillas no sean muy grandes, ya que resultan muy molestas. Una vez comprados, es mejor consumirlos lo más rápido posible, pues no duran demasiado tiempo. Es mejor no conservarlos largo tiempo en el frigorífico, pues podría afectar a su textura. El pepino se come principalmente en ensalada, crudo y mezclado con otras hortalizas. Tiene el inconveniente de ser un poco indigesto, pero se puede evitar cortando los extremos y sumergiéndolo en agua con sal. Los frutos más pequeños y tiernos, conservados en vinagre, son un aperitivo sensacional.