En numerosas ocasiones hemos hablado de las consecuencias que tiene llevar un estilo de vida desordenado y con malos hábitos. Hoy vamos a hablar sobre uno de los efectos que tiene en especial sobre los hombres.
Según un informe de la Fundación Europea de la Ciencia, factores como la dieta, la ingesta de alcohol, el consumo de drogas y el sedentarismo tienen un efecto determinante sobre la testosterona, hormona masculina responsable, entre otras cosas, de la capacidad reproductiva de los hombres.
El deterioro de la salud reproductiva de los hombres puede, además, llevar a riesgos en la salud en general del varón. Esto se debe a que el papel de la hormona masculina no se limita solamente a la esfera sexual, a través de la observación se a determinado que los jóvenes que hoy en día tienen niveles más bajos de testosterona corren mayores riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Si bien la calidad de los espermatozoides puede estar determinada por factores genéticos, según los expertos el estilo de vida también es un elemento determinante.
Esto prueba una vez más como la combinación del sedentarismo y la mala alimentación son el enemigo número uno de nuestra salud. Otra razón para mantener buenos hábitos alimenticios y evitar el sedentarismo.
La clave se encuentra en la principal hormona masculina, cuyo papel no se limita a la esfera sexual. “Se ha observado que los jóvenes de hoy tienen niveles más bajos de testosterona, lo que incrementa su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2”, sostuvo Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, quien formó parte de la investigación.
Las causas del drástico empeoramiento de la salud reproductiva de los varones no están del todo claras, pero hay cada vez más pistas. El informe de la ESF describe varios factores genéticos que están vinculados a una peor calidad de los espermatozoides, pero los expertos creen que el estilo de vida es el elemento determinante.
Esta publicación, que pone en alerta a varios países del continente europeo, se suma a otra investigación publicada en Dinamarca en la que se estudió a 500 jóvenes inscriptos al servicio militar. “Entre otros datos, allí pudo verse que más del 50 por ciento de los consultados ingería medio litro de gaseosa por día, lo que por supuesto repercute en la calidad del semen”, explicó el urólogo Pablo Dédola, integrante de Fecunditas, Instituto de Medicina Reproductiva.
Para Dédola, “todas las hipótesis refieren a una mala calidad de vida, asociada a la obesidad, el sedentarismo, la ingesta de alcohol y, la consecuencia directa, es el registro de bajos niveles de testosterona, la principal hormona masculina”.
Incluso, la exposición de los fetos a las sustancias químicas, capaces de interferir en la formación de los órganos sexuales, es objeto de varias investigaciones. Dichos compuestos, como el bisfenol-A, los ftalatos o los parabenos, se encuentran en múltiples bienes de consumo del entorno cotidiano, como en envoltorios de comida, champús o mamaderas.
«Nuestra hipótesis de trabajo es que la exposición del feto a estos contaminantes químicos puede aumentar el riesgo de malformaciones de los genitales, cáncer de testículos y mala calidad del semen cuando se alcanza la edad adulta», precisó Nicolás Olea.
«Y lo peor es que el mayor peligro se produce durante los primeros días o semanas de la gestación, cuando la futura madre no es consciente de que está embarazada porque ni siquiera ha tenido la primera falta», agregó el especialista español.