La próstata es una glándula del aparato urogenital masculino, situada debajo de la vejiga y enfrente del recto. ¿Su función? Producir parte del líquido blanquecino, seminal, que baña y protege a los espermatozoides.
Técnicamente, es una parte de los órganos sexuales masculinos. Es una glándula pequeña y redonda, más o menos del tamaño de una nuez, que rodea la uretra.
La próstata crece durante la pubertad y luego su tamaño no varía hasta la edad de 40 años, cuando comienza lentamente a crecer de nuevo y, en muchos hombres, no se detiene causando problemas graves. La mitad de los hombres no se preocupan por el crecimiento de la próstata. Pero otros desarrollarán una de las tres enfermedades de la próstata; agrandamiento de la próstata, cáncer de próstata, o la prostatitis o pueden tener varios problemas en el mismo tiempo.
La glándula prostática aporta:
* Antígeno específico de la próstata
* Ácido cítrico
* Fibrinógeno
* Espermina
* Zinc (Zn, de propiedades bactericidas)
* Magnesio (Mg, da un aspecto lechoso al semen)
* Enzimas:
o Fosfatasas ácidas
o Fibrinolisina
o Transglutaminasa (en roedores, densifica el semen de manera que genera un tapón vaginal, evitando la salida del semen, así como la cópula por parte de otro macho)
o Otras
Justo encima y a los lados de la glándula prostática se encuentran las vesículas seminales que producen la mayor parte del líquido seminal. La próstata rodea la primera parte de la uretra, conducto por el que circula la orina y el semen hasta el pene.
Las hormonas masculinas estimulan la glándula prostática desde el desarrollo del feto. La próstata continúa su crecimiento hasta que se alcanza la edad adulta y mantiene su tamaño mientras se producen las hormonas masculinas. Si las hormonas masculinas desaparecen, la glándula prostática no puede desarrollarse y reduce su tamaño, a veces hasta casi desaparecer.
¿Dónde se sitúa la próstata?
La próstata es una glándula situada debajo de la vejiga. Rodea la uretra y se coloca por delante del recto. Tiene una zona central y otra periférica. En hombres jóvenes tiene el tamaño de una nuez, pero con el paso de los años va aumentando de dimensiones.
¿Cuáles son los síntomas de que la próstata no funciona bien?
Cuando el hombre tiene frecuentemente infecciones de orina o alteraciones a la hora de miccionar, debe consultar con un urólogo. Especialmente si va al baño muchas veces, tiene urgencia miccional, las ganas de orinar lo despiertan varias ocasiones de noche, la orina es lenta, débil o intermitente…
¿Qué se puede hacer para cuidar la próstata?
Los expertos recomiendan llevar una alimentación adecuada para cuidar la próstata. Así, se aconseja evitar una dieta con excesivas grasas de origen animal y optar por alimentos ricos en fibra y por frutas y verdura.
Las enfermedades más frecuentes de la próstata son:
* La prostatitis. Es una inflamación de la próstata. Puede ser infecciosa o no. Puede producir síntomas de infección urinaria, pero con urocultivos negativos. Las prostatitis agudas pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual. A menudo dan muchos síntomas e incluso fiebre. Las prostatitis crónicas suelen asentarse en las próstatas grandes, de personas de más de 50 años con hipertrofia prostática benigna. Los síntomas pasa generalmente desapercibidos. El tratamiento antibiótico suele tardar semanas en las prostatitis.
* La hipertrofia benigna de próstata, Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) o adenoma prostático. No es cáncer. Son cambios normales que sufre la próstata en los hombres a medida que envejecen. Puede causar síntomas de irritación de la vejiga, como urgencia para orinar una vez que agarran ganas, menor fuerza en el chorro de orina, o levantarse mucho a orinar; esto se denomina prostatismo. Favorece las infecciones urinarias.
* El cáncer de próstata. Es muy común en los hombres. Estudios corroboran la presencia del mismo en hombres de edad avanzada mediante una biopsia de próstata. En la mayoría de los hombres evoluciona paulatinamente (mueren por causas naturales muchos años después) sin que el cáncer les afecte la calidad de vida.
En unos pocos casos el cáncer es agresivo.
Los tratamientos suelen ser buenos.
a partir de los 50 años, más o menos, que el cuerpo del varón puede resentirse de ciertas enfermedades relacionadas con la micción y que están originadas por las transformaciones que sufre la próstata.
En efecto, a esa edad la próstata empieza a aumentar de volumen que a su vez conlleva una disminución del calibre de la uretra. Tal disminución puede implicar los trastornos referidos en la capacidad de micción.
Ese crecimiento de la próstata es debido a:
– Adenoma de próstata. Es una hipertrofia benigna de la glándula que afecta al 80 por ciento de los hombres mayores de 65 años. No es cáncer, sino un proceso “normal”; sin embargo, acaba promoviendo las siempre dolorosas infecciones urinarias.
– Cáncer de próstata. También muy frecuente entre varones de 65-70 años en adelante, aunque no siempre se detecta porque su evolución es muy lenta. Los tratamientos de la medicina actual son muy eficaces.
– O por “simple” prostatitis, que es como se llama propiamente a la inflamación de la próstata.
Pero no todo lo que le puede pasar a la próstata es malo. La sexología habla en ocasiones de la próstata como si de un punto G masculino se tratase. Es decir, de nuevo constatamos, que las sendas del placer y del dolor parten del mismo punto. Paradojas de la naturaleza y de esta misteriosa vida nuestra.