La mayoría de los médicos endocrinólogos aseguran que el óptimo resultado de un tratamiento para adelgazar consiste en mantener el peso una vez terminada las dietas, pero lo real es que un mínimo porcentaje de personas consigue no engordar una vez finalizadas las mismas.
Un estudio reciente realizado por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) descubrió que la leptina (hormona producida por el tejido adiposo y que inhibe las ganas de comer) y la grelina (proteína sintetizada por el duodeno que despierta el apetito), inciden en el aumento de peso. Este dato es revelador ya que genera nuevas formas de trabajos médicos en las personas que padecen problemas severos de obesidad.
La novedad sobre este estudio, que fue publicado en un artículo de la revista científica “The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism”, revela que aquellas personas que tienen un mayor nivel del normal de ambas hormonas en la sangre son sensibles a recuperar rápidamente el peso que perdieron durante sus dietas.
Una de las responsables de la investigación, la médica Ana Belén Crijeiras, afirma que una vez identificados los niveles de cada hormona en la sangre de los pacientes se puede crear un régimen adaptable a cada caso en particular para así evitar que aumenten de peso nuevamente.
Ana Belén Crujeiras, autora principal del artículo, ha explicado que la grelina es una proteína sintetizada por el duodeno y estómago que despierta la sensación de apetito y la leptina, producida por el tejido adiposo, inhibe las ganas de comer.
Éstas dos influyen en la recuperación de peso de algunos pacientes que han sido sometidos a regímenes de adelgazamiento, aun llevando hábitos saludables tras dejar la dieta hipocalórica.
Crujeiras ha detallado que a esto es lo que se llama efecto rebote o «yo-yo».
En concreto, en el seguimiento a los pacientes, el grupo de investigación constató que, por ejemplo, una persona con un peso de cien kilos que perdió en el tratamiento cinco, luego los recuperó.
Según Crujeiras, la cantidad de la leptina y la grelina en sangre determina la predisposición de cada persona a recuperar los kilos perdidos.
«Analizando los niveles en plasma sanguíneo de estas hormonas podemos identificar, antes de empezar una dieta, a aquellos pacientes que van a recuperar el peso que van a perder», ha añadido.
Éste es un paso más en la búsqueda de nuevas vías de tratamiento para combatir la obesidad, pero «a día de hoy no se puede decir mucho más» porque hace falta realizar más estudios, ha indicado.
Este estudio representa un gran avance en materia endocrinológica y, según Crujeiras, “abre la puerta a nuevas dianas terapéuticas para luchar contra la obesidad”. Los niveles de leptina y grelina varían según el sexo de cada paciente y las mujeres son quienes presentan un nivel más alto que los hombres.