La alimentación es fundamental para mantener una buena salud, y una dieta saludable nos aporta todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar sin problemas, y una carencia o una excesiva ingesta de alguno de ellos puede conducirnos a padecer una enfermedad.
Las enfermedades nutricionales son enfermedades graves pero podemos solucionarlas modificando los hábitos alimenticios y costumbres. Aunque hay que detectar la enfermedad a tiempo y actuar antes de que sea demasiado tarde.
¿Cuáles son las enfermedades nutricionales?
Desnutrición: Es un trastorno producido por la ingesta reducida de alimentos. La desnutrición es un problema grave en donde la cantidad de alimentos que se consume está por debajo del mínimo indispensable.
Obesidad: Es considerada una enfermedad nutricional cuando existe una ingesta exagerada de alimentos, provoca desequilibrios hormonales y psicológicos. Además se aumenta en gran medida el riesgo de padecer otras enfermedades.
Bulimia: Es un desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación obsesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Se caracteriza por episodios de una ingesta excesiva y descontrolada de alimentos seguida de vómitos autoinducidos y el uso de laxantes y dietas restrictivas que resultan nocivas.
Anorexia nerviosa: Es una enfermedad que se describe como un miedo intenso por aumentar de peso y por el aspecto físico, es similar a la bulimia y conduce a una perdida de peso grave debido a dietas demasiado exigentes y restrictivas, el exceso de ejercicio físico también es una característica de la anorexia.
Anemia: La anemia es una enfermedad de la sangre donde se presenta una disminución de los glóbulos rojos. Esto se debe a la deficiente absorción de minerales, especialmente de hierro. Un consumo reducido de alimentos ricos en hierro durante mucho tiempo puede desencadenar en anemia.
Diabetes: la diabetes esta íntimamente relacionada con la obesidad por lo que podemos considerarla como una enfermedad nutricional. Es muy probable que aparezca la diabetes en personas que han sido obesas por mucho tiempo, después de los 40 años de edad.