El estrés es sin duda la afección más común de esta década. El flujo rápido de la vida y la constante presión por hacer las cosas de manera “eficiente” suelen ser factores que influyen negativamente en nosotros y se ven reflejados como angustia, depresión y estrés. Controlar los niveles de ansiedad dependerá de lo que hagamos y podremos de esa manera prevenir el estrés o reducirlo.
Los primeros consejos para la prevención tienen que ver con la hidratación del cuerpo. Tomar bastantes líquidos naturales como agua o mates con poca azúcar nos ayudan a calmar los nervios, bajar los niveles de ansiedad y encima nos dan mejor aspecto en la piel. Pero debemos reducir el consumo de sal, café, té, alcohol y tabaco.
Dormir las siete u ocho horas recomendables está dentro del plan de prevención, ya que le prodiga al cuerpo el tiempo necesario para restablecerse de todas las actividades realizadas en el día y si estas horas son insuficientes se recomienda una siesta no mayor a 15 minutos por la tarde. Leer es algo que mantiene la mente ocupada, por lo que es aconsejable tener un libro de cabecera, siempre y cuando éste no tenga que ver con el trabajo ni los estudios, sino más bien que sea una lectura placentera.
La actividad física es fundamental para prevenir el estrés. Con los horarios de exhaustivo trabajo es importante encontrar el momento para realizar pequeñas caminatas, ya sea de regreso a casa o de preferencia un tiempo más prolongado para practicar algún deporte. Los beneficios saltarán a la vista porque no solo ayudará a reducir las grasas, el colesterol y habrá un mejor funcionamiento cardiovascular sino que también presentará un mejor estado de ánimo.
Las relaciones sociales influyen mucho en nuestro estado emocional, por lo que debemos aprender a ser tolerantes y comprensivos antes la crítica y aprender a resolver conflictos sin “ahogarnos en un vaso de agua”. No es necesario complacer a todo el mundo para tener amigos, la actitud complaciente por el contrario hace recaer sobre nosotros la presión de querer agradarles a todos y antemano te digo que no siempre será así.
Estando en el trabajo podemos acondicionar nuestro entorno de tal manera que nos parezca cómodo y familiar, con fotografías, música y otros elementos. También es necesario medir y aceptar nuestras capacidades, no esforzarnos más de lo que podemos y si es necesario debemos asignar tareas a otras personas. Algo que resulta bien cuando se trabaja en oficina es tener pequeños breaks en los que nos retiramos por unos minutos a un espacio abierto para poder respirar.
Finalmente te aconsejo que tomes baños frescos y mantengas la casa limpia y en orden, porque esto servirá de motivación para sentirte más relajado. Puedes organizar tu día de tal manera que te permita tener algunos minutos libres para no pensar en nada y echarte a descansar. Prevenir el estrés es algo que ahora queda en tus manos.
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