La jaqueca o migraña es una afección que ataca a una gran parte de la población. Sin ser una enfermedad grave, puede llegar a ser invalidante ya que muchas veces la intensidad del malestar imposibilita a la persona, atender sus tareas habituales por un período que va desde algunas horas hasta varios días.
Cómo se diferencia una jaqueca de un dolor de cabeza común
Se manifiesta por un dolor de cabeza muy fuerte acompañado de náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y al ruido y en algunos casos disturbios visuales. Y como principal diferencia, la cefalea ataca un solo lado de la cabeza, de ahí el nombre de migraña derivado de hemicránea (la mitad del cráneo).
Cómo se alivia el malestar que provoca
Durante el ataque, muchas personas encuentran alivio permaneciendo recostadas en una habitación a oscuras y en silencio, con una bolsa de hielo en la cabeza; para otras son buenas las duchas calientes, o bien unos masajes suaves en el cuello y nuca.
Da muy buen resultado ubicar en las sienes un lugar donde al tacto se siente un pequeño hundimiento o depresión, y masajear ese punto preciso con las yemas de los dedos del lado que duele o en ambas sienes. Puedes hacerlo tú mismo o pedirle a otra persona que lo haga por ti. En pocos minutos el dolor empieza a aflojar y el alivio es notable.
En general las jaquecas comienzan a aparecer al inicio de la edad adulta, entre los veinte y los treinta años aproximadamente, y continúa atormentando a la víctima durante un largo período, pero ¡a no desesperar!, se ha comprobado que en muchos casos, al llegar a la madurez los ataques empiezan a atenuarse y espaciarse: los dolores se vuelven cada vez menos intensos y aparecen con menor frecuencia y a veces con el tiempo hasta desaparecen por completo.
Claro que no es cuestión de sentarse a esperar que pasen los años. Ante las primeras apariciones de estos síntomas, es necesario realizar una consulta médica, a fin de descartar su origen en causas orgánicas que deban ser tratadas. Queda a criterio del facultativo indicar hacer los estudios que se necesiten y finalmente recetar el medicamento más adecuado.
La persona que ya lleva unos años conviviendo con estos penosos síntomas, aprende a reconocer su presencia con algunas horas de anticipación; cierto malestar o dolor difuso le avisa que la migraña va a comenzar, y probablemente tiene ya a mano su medicamento habitual para tomarlo a tiempo y así evitar el ataque o reducir su intensidad.
Cambiar algunos hábitos para mejorar la calidad de vida
Es posible cambiar ciertos hábitos perjudiciales y crear otros favorables para alejar la sombra funesta de la jaqueca. La mejor recomendación es hacer vida sana:
Beber mucha agua.
Hacer ejercicio físico.
Dormir la cantidad de horas necesarias.
Comer con moderación y en lo posible todos los días a la misma hora.
Conviene evitar:
Alcohol y tabaco
Comidas y bebidas que te provocan episodios de migraña o los agravan.
Situaciones de estrés físico o emocional.
¿Sufres o has sufrido de jaquecas o migrañas? ¿Crees que estas indicaciones pueden serte útiles? Cuéntanos tu experiencia.