¿Algunas vez has sentido que tienes hambre a pesar de haber comido? ¿Que estás comiendo mucho más de lo usual y aún así no te sientes saciado? Lo más probable es que no estés tomando la cantidad mínima de agua que tu cuerpo necesita.
Por ello, hoy en Vivir Salud vamos a señalar algunos aspectos de la importancia del agua para llevar un vida saludable y con una correcta hidratación para el mejor funcionamiento de nuestro organismo.
El agua y el apetito
Aunque te parezca increíble, es común confundir la sed con el hambre. Existe el mito que dice que cuanto más ejercicio hace uno, más come. Eso, en realidad, les pasa a las personas que no toman suficiente agua luego de ejercitarse, creen que tienen hambre y comen más de lo usual.
Así, entre los puntos más sobresalientes de la importancia de tomar agua, debemos señalar que beber más agua hará que nos sintamos satisfechos, evitando que nos sobrealimentemos, e incorporemos calorías innecesarias al organismo.
Por eso tenemos que prestarle mucha atención a los líquidos que ingerimos durante el día. Lo ideal es tener el hábito de tomar mucha agua, pero si no lo tenemos y deseamos adquirirlo, podemos seguir algunos pequeños pasos que nos ayudarán a ser más conscientes de lo que bebemos.
¡Adiós a las gaseosas y refrescos!
Muchas personas suelen acompañar sus comidas con bebidas gasificadas o saborizadas. Esto es un gran error porque desaprovechan una excelente oportunidad para beber agua pura y en su lugar toman un líquido que, lejos de satisfacer la sed, puede generar adicción y otros problemas para la salud. Así que a partir de ahora, será indispensable acompañar tus comidas con agua pura.
Agua al principio y al final del día
¿Te sientes sediento por las mañanas? O, peor aún, ¿con un hambre voraz? Es muy probable que esto sea indicio de deshidratación. Para evitarlo, es muy recomendable que tomes un vaso de agua justo antes de irte a dormir, como forma de ayudar a tu cuerpo a que pase toda una noche sin líquidos.
Y cuando te levantes, antes del desayuno o tomar cualquier otra cosa, lo mejor es beber otro vaso de agua. Esto te va a ayudar a quitarte la voracidad y a tomarte el desayuno con más calma. Y, por supuesto, para reducir el hambre durante todo el día.
Las infusiones no son agua
Algunas personas consideran que ingieren mucha agua por el hecho de que beben café, té o mate. Error garrafal. Como ocurre con las bebidas saborizadas, las infusiones no solamente no te quitan la sed (aunque así parezca), sino que, en algunos casos ni siquiera contribuyen a una buena hidratación. Por ejemplo, se señala el vínculo entre el alto consumo de cafeína y la deshidratación.
De hecho, los tomadores asiduos de infusiones deben beber todavía más agua de la que se recomienda por día. De ahora en más, junto a tu taza de café o té, o tu termo de mate, no deberá faltar un vaso de agua para acompañarlo.
El agua es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente; es tan importante como una alimentación correcta e incluso más, porque el cuerpo humano tolera mucho menos la falta de agua que la de alimento.
Se recomienda tomar un litro de agua por cada 30 kg de peso corporal. Notarás la diferencia al instante y el cambio será duradero. El agua no solamente condiciona nuestro presente, sino también, todo nuestro futuro. Por ello, mejor si hoy bebemos agua.