La importancia del agua en nuestro cuerpo

Jesus L. Rodriguez

La importancia del agua en nuestro cuerpo. A pesar de que sabemos que el agua es fundamental para la vida, la mayoría de nosotros vive con una mínima deshidratación y, aunque parezca un chiste, muchas veces se confunde sed con hambre.

El agua es vital para nuestra salud y cuerpo, un elemento que no se puede prescindir, y tampoco  se puede suplir, es el oro líquido.

El cerebro humano, está compuesto de un 95 % de agua, la sangre de un 82%, y los pulmones de un 90% de agua. Es por ello, que apenas una disminución de un 2% en la composición de nuestro cuerpo puede causar ya los primeros síntomas de deshidratación, como son la perdida momentánea de la memoria.

Datos para tener en cuenta:

  1. Aun una deshidratación imperceptible retarda el metabolismo un 3 %
  2. Un descenso de tan solo un 2% en el agua en el cuerpo puede causar pérdida momentánea de memoria, dificultades con las matemáticas básicas y problemas para enfocar la vista
  3. Un vaso de agua sirve para calmar el hambre a  medianoche.
  4. Un estudio de la Universidad de Washington indica que la falta de agua es la causa común numero uno de fatiga diurna entre quienes hacen dieta  para bajar de peso.
  5. Algunos científicos están estudiando que tomar entre 8 y 10 vasos de aguas por día podría aliviar dolores de espalda y articulaciones en el 80% de las personas con esos padecimientos
  6. El simple hecho de beber 5 vasos de agua por día, disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon en un 45%; en un 79% el riesgo de cáncer de mama y un 50% las probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga.

El agua también proporciona amortiguación para las articulaciones del cuerpo. El agua transporta el oxígeno y nutrientes a todas nuestras células. El agua también ayuda a regular la temperatura de nuestro organismo.

Además el agua, permite una más fácil incorporación de las sustancias nutritivas al interior del organismo. Es un medio fácil por el cual se vehicula las sustancias que han de favorecer la descomposición de los alimentos en moléculas absorbibles.

El agua que consumimos debe ser potable, es decir, inodora, incolora e insípida, libre de bacterias dañinas y los productos químicos tóxicos. Salvo situaciones excepcionales que pueden ocurrir, el agua para consumo público es potable. Tés y zumos de fruta natural, que no agreguen azúcar, también son buenas maneras de ingerir agua.

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