Las preocupaciones son un problema que tenemos casi todas las personas en este mundo. Menciono la palabra “problema” porque los seres humanos tal vez tendemos a preocuparnos de más, lo que puede acarrear serias dificultades si no nos damos cuenta a tiempo y no hacemos algo para resolverlo.
Parece que es necesario preocuparnos por todo para poder sentirnos bien, y lo cierto es que no hay nada más alejado de la verdad.
Por supuesto que no es un hábito simple de frenar, ya que la vida moderna está prácticamente diseñada para ponernos preocupaciones casi todo el tiempo en nuestro camino, pero en este artículo veremos algunos consejos para dejar de preocuparnos.
No vale la pena preocuparse
Esta es la máxima de este artículo. Realmente no sirve de nada preocuparse. Es importante que nos demos cuenta de esto lo antes posible si queremos terminar con nuestro mal hábito.
Las preocupaciones, aunque no como las concebimos hoy en día, son necesarias para momentos de peligro, o de necesidad: en otras palabras, nos ayudan a resolver problemas instantáneamente.
Pero lamentablemente nos hemos acostumbrado a tener esta sensación en cada momento de nuestro día, y esto ha hecho que se pierda la utilidad original de la sensación de preocupación. Ya no nos sirve porque nubla nuestros pensamientos y nos va quitando nuestra energía.
Reemplazar pensamientos
Cuando te encuentres preocupado o no puedas salir de un pensamiento que no te causa placer, intenta balancear tus pensamientos. Por ejemplo, cada vez que tengas un pensamiento preocupante que te hace sentir ansioso, intenta pensar en cuándo fue la última vez que de hecho sucedió algo por lo que estabas preocupándote.
También intenta pensar en el completo opuesto del pensamiento que tenías en tu mente. Si te encuentras preocupado por algo que dijo una persona, intenta imaginar que esa persona ha dicho exactamente lo contrario; verás cómo de a poco irás ganando confianza y te podrás librar de los pensamientos preocupantes.
Retrasa las preocupaciones
Este consejo es muy importante. La próxima vez que te sientas preocupado, toma un lápiz y papel, tu computadora, o cualquier elemento para escribir, y escribe todas las cosas que te están preocupando en este momento, y repite en tu cabeza que te preocuparás por ellas luego.
Por simple que suene, este ejercicio te ayudará a calmar tu mente como pocas cosas. Será un ejercicio que probablemente te cueste realizar, ya que no estamos acostumbrados a hacerlo, pero verás como en poco tiempo podrás sacar todos estos pensamientos de tu mente.
¡Acostúmbrate a preocuparte solo por lo importante!