Hoy queremos hablar sobre una vitamina muy importante que no puede faltar en nuestra dieta diaria, se trata de la vitamina C, este es uno de los micronutrientes más importantes de nuestro cuerpo que cumple multitud de funciones. Nos ayuda a mantener nuestras defensas, absorber el hierro, favorece la cicatrización de heridas y además, es un potente antioxidante. Por eso, hoy te damos algunos consejos para que puedas consumirla en mayores cantidades, ¡presta mucha atención!
Poder antioxidante
Lo primero que hay que saber es que la vitamina C es un potente antioxidante. Esto significa que puede eliminar los radicales libres que se generan en nuestro organismo y que producen el envejecimiento, bajadas del sistema inmunológico y, en definitiva, muchas enfermedades.
Ayuda al sistema inmune
La Vitamina C es una fuente de salud y juventud. Este nutriente aumenta las defensas de nuestro organismo ayudando a prevenir muchas enfermedades. Además es un potente antihistamínico natural que previene y combate enfermedades tan comunes como el resfriado. Pero también lucha contra bacterias, virus e infecciones.
Regula la presión sanguínea
También es un excelente regulador de la presión sanguínea, de tal forma que ayuda a prevenir el colesterol alto, la arterioesclerosis, los problemas de corazón en general.
Primero que nada, debemos tener en cuenta que a diario necesitamos más de 60 mg de vitamina C. Estos valores cambian si se trata de personas que fuman, realizan actividad física intensa o beben alcohol en exceso, ya que estas personas requieren mayores cantidades, por eso, si quieres evitar su carencia y garantizar que sus necesidades quedan cubiertas debes preocuparte en consumir la mayor cantidad posible.
El primer consejo que vamos a darte es que prepares tus zumos y ensaladas justo antes de consumirlas, debes tener en cuenta que esta es una vitamina que se oxida con y si dejas en el refrigerador una ensalada que la posee, perderás gran parte de este micronutriente. Otro consejo que te damos es que cocines las patatas y las batatas con su piel, de manera de aprovechar el contenido de vitamina C que estas poseen.
Deficiencia y síntomas
Entre los signos de deficiencia de vitamina C se encuentran: pérdida del aliento, mala digestión, sangrado de encías , debilitamiento de la dentadura y del esmalte, dolor en las articulaciones, sangrado de la nariz, anemia, menor resistencia a las infecciones y curado más lento de lastimaduras y fracturas.
Las deficiencias severas de vitamina C resultan en escorbuto. A su vez, la ruptura de las paredes de los capilares y la formación de coágulos en esa zona es un signo de deficiencia de esta vitamina. Esto puede llevar a ataques e insuficiencias cardíacas.
Por otra parte, se sabe que los niveles de ácido ascórbico disminuyen en un 24 a 31% en los fumadores. Lo mismo sucede en individuos alcohólicos ya que gran cantidad de la vitamina se utiliza para combatir los efectos tóxicos del alcohol.