Has tomado la correcta decisión de hacer un poco de ejercicio y te has anotado en el gimnasio de tu vecindario. Pero si cada vez que el instructor se va de la clase te avivas y dejas de hacer los ejercicios que te había indicado, si en lugar de cumplir con los 60 abdominales que te marcó solamente haces 20 y pasas más tiempo conversando con otras personas que moviendo tu cuerpo, entonces no estás haciendo las cosas bien.
¡No nos engañemos! Eso es mentirte a ti mismo. Ir al gimnasio no es solamente anotarse y ?hacer que hacemos? ejercicio solamente para decir que cumplimos con nuestra obligación. Además, imagino que las clases no te salen gratis así que aprovecha al máximo tu tiempo en el gimnasio. A continuación, te enseñaremos cómo.
La mejor hora
Si podemos elegir con total libertad la hora a la que vamos a ir al gimnasio debemos evitar:
Antes de las nueve de la mañana. Muchas personas que hacen deporte y están sujetas a un horario laboral suelen elegir la primera hora del día para hacer gimnasia, con lo que tanto las duchas como los aparatos estarán muy solicitados en este primer tramo del día.
Después de las ocho de la tarde. Del mismo modo, una vez que hayan finalizado la mayoría de las jornadas laborales los gimnasios se vuelven a llenar y es más difícil que podamos elegir las máquinas y aparatos en cada momento.
Ir bien preparados
Si vamos directamente desde casa, podemos acudir al gimnasio ya con la ropa de deporte puesta y llevar la ropa de calle para cambiarnos en la mochila. Así, evitaremos perder tiempo en el vestuario una vez que lleguemos a las instalaciones. Para no gastar los minutos buscando las toallas, gel y champú y las mudas, deberemos preparar bien la bolsa, colocando en el fondo lo que necesitaremos al final y en la parte superior lo que vayamos a usar en un primer momento.
Evitar esperas
Lo habitual cuando acudimos con asiduidad al gimnasio es que tengamos una rutina en relación al circuito de máquinas y aparatos que seguimos. Sin embargo, no debemos ser demasiado estrictos, de manera que si vemos que la máquina o el aparato que queremos emplear esta ocupado no tenemos que quedarnos esperando a que se libere, sino que lo más adecuado es que utilicemos otros.
Elegir bien los ejercicios
Si disponemos de poco tiempo para dedicarle al gimnasio y, además, nos vemos obligados a acudir en las horas en las que están más concurridos, deberemos ser muy acertados a la hora de elegir las máquinas que utilizaremos, optando por aquellas que nos hagan ejercitar el mayor número de músculos de nuestro cuerpo. El monitor del gimnasio nos podrá orientar al respecto.
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