En el gimnasio como en todas partes existen diferentes personalidades que debemos tener en cuenta. Vasta con echar un simple vistazo a nuestro alrededor para comprender la variada cantidad de personas que acuden a diario al gimnasio. Por ello en queremos hacer un pequeño repaso por estas personalidades destacadas. Simplemente se trata de una percepción general que todos nosotros podemos ampliar e incluso mejorar con nuestro punto de vista.
En primer lugar cuando asistimos al gimnasio solemos encontrarnos con el sabelotodo. Este tipo de personalidad es aquella que entiende de todo y sabe hacer todos los ejercicios correctamente, o por lo menos eso intentan demostrar cuando nos corrigen, aún a sabiendas de que lo estamos haciendo bien. Se trata de gente que lleva mucho tiempo en el gimnasio y no acepta recomendaciones de nadie. Es importante evitarlos, ya que en su mayoría no saben bien de lo que hablan y pueden hacernos entrenar mal. Para eso está el monitor de sala que es al que debemos atender. Este tipo de personas suele levantar mucho peso, incluso más de lo que pueden, y siempre o casi siempre se rodean de un grupo de compañeros que les siguen.
En frente de este tipo de personas está el novato o principiante, que por norma general suele estar abierto a todo tipo de aprendizaje. Este tipo de personas en su mayoría no sabe realizar correctamente los ejercicios, por lo que es necesario que siempre cuenten con la ayuda de un monitor de sala. Dentro de los principiantes podemos diferenciar dos tipos, los que quieren aprender bien y prestan atención pidiendo consejo y ayuda constante y adaptando el entrenamiento a sus facultades, y los que quieren tener una musculatura enorme en un mes y se lanzan a realizar ejercicios con cargas muy pesadas haciendo mal las rutinas y acabando destrozados y a punto de la lesión.
Por otro lado tenemos a las personas pasotas que acuden al gimnasio a pasar el rato. Este tipo de personas son muy sociables pues para ellos el gimnasio es un centro de reuniones donde echar la tarde. Es importante evitarlos dentro de lo posible, ya que nos entretendrán con sus conversaciones y apenas nos dejarán avanzar en los entrenamientos. Ellos no suelen seguir una rutina de entrenamiento, sino que más bien cada jornada hacen el ejercicio que les apetece o tocan una parte del cuerpo que les gusta sin más.
Otro tipo de gente que podríamos destacar son los deportistas natos que quieren aprovechar al máximo los entrenamientos. En su mayoría controlan bastante bien cada ejercicio y cada rutina y por norma general utilizan cargas adecuadas a su fuerza y que les permita realizar correctamente el ejercicio sin poner en riesgo su cuerpo. Para ellos acudir al gimnasio es simplemente para entrenar y obtener beneficios y por ello siguen su rutina a rajatabla sin detenerse en distracciones. Muchos de ellos suelen llevar auriculares para concentrarse más en lo que hacen. Este tipo de personas suelen echarte una mano si lo necesitas pero nunca intervendrán en tu rutina si no se lo pides.
Estos son algunos de los grupos más habituales que nos encontramos en la mayoría de gimnasios y centros deportivos, pero seguro que en alguna ocasión habéis observado otro tipo de conductas, por eso os invito a que la describáis y sepamos cómo actúa la gente frente a los entrenamientos.
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