Las grasas (junto a los carbohidratos) son una de las mayores fuentes de energía de nuestro cuerpo. Por eso es importante conocer un poco más sobre los distintos tipos de grasas y sobre sus diferentes efectos en el organismo. Además, aprovecharemos para conocer cuáles son los alimentos ricos en grasas.
Grasas saturadas: Son aquellas que aumentan nuestros niveles de colesterol LDL o ?colesterol malo?. Al momento de revisar las etiquetas de los alimentos debes prestar atención al porcentaje de grasa saturada. Evita aquellos que tengan altos niveles de este tipo de grasas (las grasas saturadas deben limitarse al 10% de las calorías).
Este tipo de grasas se encuentran en productos animales como la mantequilla, el queso, la leche entera, los helados, la crema y las carnes rojas. También se encuentra en algunos aceites vegetales como el aceite de coco o de palma.
los alimentos más ricos en grasas:
- Aceites vegetales. En más del 99% de su composición, son grasas repartidas, sobre todo, entre ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Por su relación con nuestro entorno y por las propiedades saludables atribuidas a su contenido en ácido oleico y polifenoles, se aconseja el consumo de aceite de oliva virgen.
- Salsas elaboradas con aceites vegetales (mayonesa, alioli). Resulta obvio que las salsas que contienen gran cantidad de aceite son también una fuente importante de grasas (más del 85%).
- Mantequilla. Contiene un 80% de lípidos, de los cuales más de la mitad son saturados. Además, aporta 250 mg de colesterol por cada 100 gramos, lo cual la sitúa en los primeros puestos de la lista de productos más ricos en colesterol (después de las vísceras y el huevo).
- Margarina. La mayoría tiene un porcentaje de grasas similar a la mantequilla, aunque al provenir de aceites vegetales su contenido en grasas saturadas es más bajo y no aportan colesterol. En contrapartida, es preciso asegurarse de que la margarina escogida no contiene grasas trans (derivadas del proceso de hidrogenación que sufren los aceites vegetales con el fin de convertirlos en grasas sólidas para untar).
- Frutos secos (piñones, nueces, avellanas) y semillas (pipas, sésamo). A pesar de su elevado contenido en calorías y grasas (alrededor del 60%), datos provenientes del estudio Predimed indican que la adición de frutos secos a la dieta habitual no se asocia al aumento de peso corporal. En cambio, sí están ligados a beneficios para la salud, sobre todo a nivel cardiovascular.
- Embutidos y derivados cárnicos (panceta, chistorra, foie gras, salami, longaniza). Los alimentos cárnicos y sus derivados son la primera fuente de calorías, la primera fuente de grasas saturadas y la tercera fuente de colesterol de la dieta de los españoles. Entre los cárnicos, los embutidos como la chistorra, la sobrasada o el salami, y los derivados como la panceta o el foie gras son los que más grasas aportan.
- Quesos curados. Los quesos más curados contienen menos agua en su composición y, por lo tanto, sus nutrientes están concentrados. Aportarán así más calcio, más calorías y, por supuesto, más lípidos. Un 35%-40% de su composición son grasas y la gran mayoría de estas son saturadas. El contenido en colesterol y sal no es tampoco despreciable.