Alimentos light: mitos y verdades

Jesus L. Rodriguez

Alimentos light: mitos y verdadesHabitualmente se emplea el término Light como sinónimo de Bajas calorías. Pero, ¿sabías que un alimento light puede tener las mismas calorías que uno común? Lee el artículo Mitos y verdades de los alimentos light, publicado en el portal Comuna Mujer, y descubre cuál es la verdad sobre estos productos.
¿Qués es un alimento light? para ser light un producto necesita partir de un alimento que ya se encuentre en el mercado y contener 30% menos calorías que éste. Según esto, un alimento light no se asocia a producto que adelgace por sí sólo, sino que conlleva una reducción un tanto significativa de calorías respecto al producto de referencia. Con lo que si en lugar de una porción light tomamos dos, ya estaremos ingiriendo más calorías que con una sóla porción del alimento de referencia. Light no siempre significa sin azúcar, sin grasas o sin calorías, sólo una disminuación de estas.Comer light puede ocasionar desequilibrios nutricionales: es tal la obsesión de comer light que en ocasiones se pueden llegar a deficienciasT tengamos en cuenta que ciertas vitaminas (A,D,E,K) necesitan de las grasas para ser absorbidas, y que tanto grasa como azúcar es necesaria en cierta cantidad en nuestro organismo para crear estructuras y regular el metabolismo.¿Por qué comer un producto light si nosotros mismo podemos convertirlo en lightla simple preparación de manera adecuada de un alimento puede hacer que disminuya su aporte calórico: no añadir azúcar, condimentar con menos aceite o utliza técnicas de cocinado menos calóricas pueden hacer que un alimento se convierta en light a la hora de comerlo.

Realmente las personas que por problemas de salud (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, diabetes) necesiten disminuir el contenido de calorías o ciertos nutrientes pueden beneficiarse de este tipo de productos. El resto de personas que lo utilizan símplemente por estar siguiendo una dieta o querer reducir peso pueden estar seguros que símplemente con este tipo de productos no conseguirán sus objetivos, habrá que combinar ejercicio con una alimentación sana y equilibrada. Hay que recordar que ningún alimento, por muy light que sea, va a solucionar los problemas de peso, todo está en unos hábitos de vida menos sedentarios y una alimentación más adecuada.

Que un alimento cumpla con los requisitos para llevar el rótulo de Light o realizar una propaganda que resalte este concepto no quiere decir necesariamente que sea reducido en calorías. Un producto Light puede aportar igual o incluso mayor cantidad de calorías que el alimento original. Puede ocurrir que sea reducido en azúcares, en grasas o en sodio, pero no en calorías.

¿Cómo puede suceder esto? ¿Se trata de publicidad engañosa? La respuesta es no.

Los alimentos Light pueden o no ser los nuestros aliados si queremos bajar de peso, ya que pueden aportar cantidades no despreciables de azúcares y/o grasas.

Dos ejemplos ayudarán a explicar mejor porqué no es correcto asociar las expresiones “Light”, “reducción de peso” y “dieta baja en calorías”.

Ciertas galletitas Light tiene menor cantidad de grasas que las convencionales, por lo cual cumplen con los requisitos para ser denominadas Light en grasas (esto debe estar especificado en la etiqueta) sin embargo, su valor energético es, en determinados casos, igual o superior debido a que poseen un mayor porcentaje de hidratos de carbono.

Otro ejemplo lo constituyen los caldos o sopas que llevan el rótulo de Light. Se trata de alimentos que pueden ser reducidos en sodio, tienen menos sal que los tradicionales, pero igual aporte de calorías (ya que la sal no aporta calorías).

En suma, si queremos ser estrictos con la dieta que llevamos vamos a tener que mirar con más atención las etiquetas para poder elegir de forma adecuada.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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