Mito: Las dietas altas en azúcar son menos nutritivas. Otra afirmación largamente difundida que no es necesariamente cierta. Existe no uno, sino muchos estudios que han demostrado que las dietas altas en azúcar (variados, a partir de una serie de fuentes diversas, incluidos los alimentos lácteos y frutas), suelen tener mayores niveles de micronutrientes como calcio, riboflavina y vitamina C que las dietas bajas en azúcar.
Mito: El azúcar va de la mano con la grasa de la dieta. Tampoco es cierto, ya que ni siquiera químicamente un tipo de alimento está asociado al otro. ¿Cuál es la realidad? Lejos de lo afirmado, la realidad indica que las dietas altas en azúcar suelen ser bajos en grasa y viceversa. La mayoría de las fuentes de grasa en la dieta no son dulces (por ejemplo, patatas fritas) y contienen la mayor parte de fuentes de azúcar sin grasa (como las bebidas gaseosas). Sí, es verdad, hay muchos alimentos simultáneamente ricos en grasa y azúcar, como el chocolate, helados, pasteles y galletas, pero estos por lo general representan menos del 10 por ciento de la ingesta de energía.
No realizar todas las comidas al día adelgaza
Falso. Los nutriólogos recomiendan que se hagan entre tres y cinco comidas al día de manera balanceada y sana, así se estará evitando llegar a la siguiente comida con mucha hambre y exceder en la cantidad. Al ayunar nuestro cuerpo reduce el consumo calórico y será más fácil que los siguientes alimentos que ingiramos se acumulen en forma de grasa.
No hay que comer grasa porque es perjudicial para la salud:
es verdad que la grasa en exceso contribuye a la obesidad, pero también hay que distinguir entre grasas «buenas» y «malas», ya que el consumo de las primeras, son fundamentales para algunos procesos del organismo.
No desayunar es la mejor manera de perder peso:
al contrario de lo que señala este mito, comer un desayuno equilibrado contribuye a un reparto más armónico de las calorías a lo largo del día.
Dormir más, engorda más:
si bien es cierto, que al dormir se gasta menos energía, diversos estudios han demostrado que dormir entre 8 y 10 horas diarias protege contra el sobrepeso.
Comer más de tres huevos es malo:
esta afirmación se basa en el supuesto aumento del colesterol que esto produciría, sin embargo, una persona sana puede comer hasta 7 huevos. Mientras que una persona que tenga exceso de colesterol en la sangre, puede comer perfectamente tres o cuatro huevos a la semana.
En la certeza de que estas revelaciones han sido bien interesantes para todos, cerramos este ciclo.