Ser feliz, una buena receta para tu salud

Jesus L. Rodriguez

No es un tópico ni una falsa creencia: ser feliz es bueno para tu salud. Las personas que se sienten más contentas y positivas perciben que su estado de salud es mejor, frente a aquellas que son menos felices, que tienden a tener más presente los problemas físicos y psicológicos que les afectan. Así lo concluye el Estudio ‘La Felicidad y la percepción de la salud’, realizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y dirigido por el profesor de la Facultad de Psicología de la UCM, Carmelo Gómez. Según el estudio, ante un problema de salud las personas más felices se sienten con mejor estado de salud que las que lo son menos. Además, y de forma general, todos los problemas de salud están menos presentes en el grupo de personas más felices, a excepción de alergias y problemas dermatológicos.

Además, los problemas psicológicos afectan en mayor medida a nuestra felicidad que los problemas físicos. “Hemos constatado que la salud mental es un componente igual o más importante que la salud física en la percepción de la propia salud, y que los problemas de tipo psicológico están mucho más relacionados con la infelicidad que los problemas físicos”, señala Gonzalo Hervás. Así, un ejemplo recogido en el estudio muestra que la proporción de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el grupo de los menos felices, y la de padecer insomnio, cuatro veces menor.

Sentirse acompañado, en concreto, de la familia y los amigos, hace que las personas se sientan con mejor estado de salud, a diferencia de los que cuentan con menos apoyo. “Las personas que se sienten acompañadas ante un problema de salud se perciben a sí mismos como más saludables que aquellos que sienten que cuentan con menos apoyo de los demás”, afirma Gonzalo Hervás. El estudio constata igualmente que el papel de la familia y amigos protege además la felicidad y actúa como factor amortiguador ante situaciones complejas.

Así, el ser más optimista incrementa la salud porque afecta a tres sistemas: el nervioso, el neuroendocrino y el inmunológico.

Por ello, los que son más felices con asiduidad sufren menos alteraciones cardio y cerebrovasculares, y, como su sistema inmunológico se refuerza, disminuye la posibilidad de que contraigan enfermedades.

«Algunos estudios indican que la felicidad aumenta la longevidad», ha dicho el doctor Serra-Grabulosa.

El médico ha explicado que no existe un gen que por sí solo incremente la felicidad, sino que ésta es el resultado de la influencia de diversos factores en el cerebro.

«No existe un único punto que al estimularle nos proporcione la felicidad completa», ha relatado el doctor, que ha declarado que es necesario que la ciencia profundice en la forma de favorecer nuestra salud desde el bienestar.

Este optimismo se trabaja, según ha afirmado el presidente del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Carlos Chauaceda, que ha asegurado que «el cerebro tiene una propensión natural a tener emociones positivas».

Chauaceda ha explicado además que España, según diversos estudios, suele ser uno de los países más felices de Europa a pesar de las crisis económicas.

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